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#mombod o el movimiento de mujeres orgullosas compartiendo fotos de sus barrigas tras el parto

No hay nada más hermoso para una madre que el momento del alumbramiento de sus hijos y cuando pueden por fin abrazarlos. Cuentan que cada parto es único, a la par que especial, aunque solo vosotras sabéis lo que es pasar por ello. Bueno, vosotras y este hombre al que su mujer le regaló, por el Día de la Madre, una sesión para experimentar, en sus propias carnes, lo que se siente al dar a luz.

En efecto, el parto es algo maravilloso, pero también puede dejar algunas secuelas en los cuerpos de sus madres. Y es que, coincidiendo con reciente tendencia en Instagram de #dadbod -cuerpos de padre-, un término del que se están sirviendo los hombres para reivindicar una anatomía relajada y orgullosa de lucir algún que otro michelín, las madres de todo el mundo no han tardado en reaccionar y sumarse a la causa bajo el hashtag #mombod -cuerpo de madre-.

Orgullosas, miles de madres de todo el mundo muestran sus cuerpos después de haber dado a luz, mostrando el lado más natural y hermoso de la mujer, en contraste con las modelos que podemos ver en muchas revistas, cuyas imágenes suelen estar más que retocadas:

Motivadas por la iniciativa de los hombres, la respuesta de todas estas mujeres no se han hecho esperar, siendo las redes sociales el medio empleado que recoge sus apasionantes testimonios.

De este modo, decenas de madres han capturado sus vientres, mostrando sin tapujos qué aspecto lucen después del embarazo. Estrías, pequeñas arrugas, cicatrices o flacidez, son señales del inicio de una nueva vida, de la que no tienen nada de qué avergonzarse.

#Mombod no deja de lado a nadie, invitando también a todas aquellas mujeres que no han sido madres a compartir imágenes de sus cuerpos, de todas aquellas partes que suelen ocultar, esos complejos que normalmente no se atreven a mostrar, en un canto de alabanza a la diversidad y a la aceptación personal.

Por eso, es tiempo de aprender que la perfección es totalmente subjetiva, y que la belleza puede hallarse de muchos modos diferentes. Los «defectos» de una mujer pueden hacer que sea única y, a menudo, sus complejos no preocupan a nadie tanto como a ella misma, que tiende a exagerarlos y a darle una importancia que no deberían tener.

A menudo, el incesante bombardeo mediático y salvaje que recibimos a través de la publicidad y medios de comunicación, nos hace olvidar que somos personas normales y que el cuerpo humano no tiene la piel de porcelana.

Fuente: buzzfeed

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