La suplantación de identidad es un delito tristemente habitual en Internet, normalmente relacionado con estafas y delitos de índole económica. Lo que no habríamos nunca imaginado es que pudieran utilizar tus imágenes para simular una relación sentimental durante 4 años. Tal y como lees.
Amor simulado
Jill Sharp, una mujer escocesa, ha sido acusada de mantener una relación sentimental falsa con Graham McQuet, un hombre que ni siquiera conocía. Para ello, se dedicaba a robar las fotografías de internet y realizar montajes para crear escenas de pareja.
Mensajes de amor, cenas en pareja, viajes románticos, escapadas de fin de semana, selfies y confesiones subida de tono
Jill había creado una cuenta falsa a nombre de Graham, desde la que intercambiaba mensajes de amor consigo misma.
Y no solo eso, seguía de cerca la vida del verdadero Graham, visitando los mismos lugares de ocio y vacaciones para poder tomar instantáneas con las que realizar sus montajes fotográficos.
La mentira se destapó cuando el verdadero Graham encontró una foto de sí mismo posando con una desconocida
Pensó que sería una broma, pero conforme se adentró en la cuenta de Jill contempló la inquietante realidad. Había cientos de sms y fotos, incluso descubrió que Jill había cambiado su apellido por el de Graham tras, supuestamente, haberse casado con él.
Graham y su verdadera novia, Marinne, no daban crédito
Interpusieron una denuncia en la comisaría y recurrieron a las redes sociales para alertar de lo ocurrido
Jill ha negado que ella tenga nada que ver con los montajes, al contrario dice ser otra víctima
«Claramente me han seguido y han emparejado mis movimientos con los suyos. Yo estaba con mi propio novio en el mercado de Navidad, no andaba tras los pasos de nadie».
Jill ha cerrado sus cuentas personales para protegerse
«No sé quien ha podido hacer esto en contra mía, pero tengo una idea. Sin embargo, creo que será difícil de demostrar ahora que todas las cuentas falsas fueron borradas», declara Jill
Una antigua amiga de Jill discrepa de esta versión y cree firmemente que ella es la verdadera autora de los hechos. Según su opinión, son los celos y la soledad quienes han motivado esta fantasía
«Jill siempre superaba mis éxitos, aunque fuera de mentira. Si algo bueno me ocurría, a ella le ocurría algo más grande. Cuando mi pareja me pidió matrimonio, ella conoció a un chido y se prometió en menos de dos semanas. Ese chico era Graham.
Me parecía un tipo bastante desagradable, porque trató de presentármelo en 10 ocasiones, pero siempre surgía algo en el último minuto y terminaba cancelando. Ahora entiendo por qué».
Desde luego la historia es muy extraña y está plagada de inexactitudes. Esperemos que pronto se coja al culpable y que, sea quien sea, reciba la ayuda y el tratamiento médico que tanto necesita.
