Recién nacidos adictos a las drogas: los bebés que comienzan su vida en rehabilitación 

Publicado 4 septiembre, 2017 por Alberto Díaz - Pinto
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Las cifras son escalofriantes: cada 19 min. nace un bebé con síndrome de abstinencia en Estados Unidos. En Inglaterra, según cifras del NHS (Servicio Nacional de Salud por sus siglas en inglés), entre 2014 y 2015 nacieron 1.087 bebés con Síndrome de Abstinencia Neonatal, que es como se conoce realmente a esta condición. 

Estos datos han hecho que los expertos en el tema y autoridades sanitarias califiquen esta situación de «epidemia«. Una preocupación que ha ido en alza desde que en 2013 se contabilizasen cerca de 27.000 nacimientos de bebés con dependencia a las drogas, debido a que sus madres mantuvieron algún tipo de adicción durante los meses de gestación. 

Estos bebés nacen con esta condición por la ausencia de opiáceos naturales como la heroína, sintéticos como la metadona o analgésicos recetados por prescripción médica con los que se mezclan o tratan las adicciones. 

El cuadro sintomático que presentan estos bebés al nacer incluye temblores incesantes, estornudos, diarrea severa y llantos tan continuados y profundos que contorsionan sus frágiles cuerpos. Además, rechazan la comida porque se ahogan o comen de manera compulsiva. 

Emma dio a luz a gemelas mientras estaba tratando de superar su adicción a la heroína. Su trabajo y dedicación han hecho posible que complete el programa de rehabilitación y que mantuviera la custodia de sus hijas.

Y aunque tristemente los bebés expuestos a las drogas dentro del vientre materno no son un caso nuevo, sí que es alarmante el número de casos en países como EE.UU. o Inglaterra.

En este último existe una organización de caridad llamada Trevi House, con sede en Plymouth, que acoge a las madres y a sus bebés adictos, para que inicien un programa de desintoxicación juntos. 

Las mujeres que viven en el centro aseguran que tienen muchas más oportunidades de superar su adicción al lado de sus pequeños.

Pese a que hay preocupaciones de que no se proyecte la vida real en estos centros y que las madres que regresan a la comunidad podrían recaer después de acostumbrarse a cuidados y supervisión durante las 24 horas del día, Hannah Shead, directora ejecutiva de Trevi House, no está de acuerdo: 

«Cada madre asegura que no sería capaz de recuperarse sin su hijo. No podrían centrarse en lo que deben hacer. Y separarles de sus hijos, aunque fuera bajo el cuidado de otro miembro de la familia, no les sería de ayuda. Así que mantenerles juntos es lo mejor tanto para la madre como para el bebé«.

Rachel es una de las muchas madres que han dado a luz a un bebé drogodependiente. «Sabes que llevas un bebé dentro y que no es lo correcto, pero aún así lo haces«, contaba a BBC. La joven, que fue adicta a la heroína durante su embarazo, se dio a las drogas después de sufrir abuso doméstico durante 10 años y obligada a ejercer la prostitución. «Me siento culpable todos los días de mi vida, y esa culpa permanecerá conmigo«.

En muchos casos, niños como el de Rachel son dados a algún familiar para su cuidado, aunque muchos expertos creen que los resultados para los niños y sus madres son mejores si se les permite desintoxicarse juntos.

A solo unos meses de completar el programa de rehabilitación, Rachel solo ansía abrazar una vida sin drogas y abusos al lado de su hijo. «No culpo a nadie de lo que me pasó, tengo que asumir que la decisión de consumir drogas fue mía y solo mía«.

Cómo es el programa de rehabilitación en Trevi House

Abrió sus puertas en 1993 y solo puede incluir en el programa hasta 10 mujeres a la vez, a las cuales no se les permite salir sin supervisión. 

Cada madre sigue un estricto plan de rehabilitación que incluye sesiones diarias de asesoramiento, reuniones de grupo, exámenes médicos y chequeos de los servicios sociales.

El programa cuesta la friolera de 1.500 libras esterlinas semanales.

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