¿Hacia dentro o hacia fuera? Una pregunta que lleva causando discordia, conflicto y, potencialmente, crispación desde que tengo uso de razón. En mi casa, de toda la vida, el papel higiénico siempre se ha colocado hacia fuera, pero no todos están de acuerdo y defienden justamente lo contrario.
Si lo pensamos, realmente no tiene importancia cómo esté colocado. Cuando la naturaleza hace su llamada, ninguno nos paramos a pensar cuál es la posición correcta del papel higiénico, solo importa que esté ahí para poder usarlo, ¿no?
Sin embargo, hay gente que se niega a aceptar la postura contraria, pues ambas partes se creen cargadas de razón.
Pues bien, la verdad por fin ha sido revelada gracias a Seth Wheeler, un hombre de negocios de Nueva York que presentó la patente del papel higiénico allá en 1891.
Aquí está la imagen de la patente, pero primero un redoble de tambores antes de despejar una de las grandes incógnitas de la humanidad:
¡Tachán! Resulta que se ponía hacia afuera. Tenemos que dar las gracias por el redescubrimiento al escritor Owen Williams, quien amablemente compartió su hallazgo a través de Twitter.
Pero Wheeler, el de la patente, también ideó que el rollo pudiera cortarse fácilmente en cuadraditos, ¡qué detalle!
¡Gracias Sr. Wheeler, no se hace una idea de cuánto cambió su invento nuestras vidas! 
