«Gracias por reconocer mi capacidad para continuar con mi carrera durante 34 años en mitad de un flagrante sexismo, la misoginia, la constante intimidación y el abuso implacable”. Con estas duras palabras dio comienzo el discurso de Madonna, durante la recogida del premio a la mujer del año o Billboard’s Woman of the Year 2016.
Fiel a su estilo, la Reina del Pop bromeó con los presentes antes de ponerse seria y repasar algunos de los momentos más difíciles y amargos que ha vivido como mujer a lo largo de su vida, especialmente cuando llegó a Nueva York para convertirse en cantante, allá por los años 80.
“Cuando me mudé a Nueva York, en 1979, era una adolescente y la ciudad era un lugar que daba mucho miedo. Durante el primer año fui violada a punta de pistola en un tejado, con la punta de un cuchillo sobre mi garganta. Y me robaron tantas veces en mi apartamento que acabé por dejar siempre la puerta abierta”. Durísimos momentos que le ayudaron a convertirse en la mujer atrevida que es hoy.
Como tantas otras artistas nóveles, Madonna “aceptó las reglas de juego” durante sus inicios. Esto es ser bonita, sexy y disponible, un objeto para otros, pero no una mujer dueña de su sexualidad. Hasta que se hartó y decidió ir contracorriente.
Fue entonces cuando decidió grabar Erotica y publicar su libro Sex. Dos increíbles obras artísticas que, sin embargo, le valieron feroces críticas desde los sectores más retrógrados de la sociedad.
Muchos años han pasado desde entonces y Madonna enfrenta ahora una nueva lucha: ser mujer y envejecer en la industria musical. Algo que resulta casi un tabú en muchas profesiones femeninas. Concluyó su discurso animando a las mujeres a buscar apoyo entre sí y reconociendo que no sería la luchadora que es hoy, sin toda la resistencia que ha tenido que soportar.
No es de extrañar que el discurso de Madonna se haya vuelto viral, y es que sus emotivas palabras y confesiones revelan la cara más vulnerable y sensible de la artista. Disfruta íntegramente de él a continuación:
