El nombre es lo primero que preguntamos cuando conocemos a alguien, y así ha sido desde hace miles de años. Aunque no haya sido elegido por nosotros mismos, sino por nuestros padres u otros familiares, dice mucho de nosotros, y también de la sociedad en la que vivimos. Dependiendo del momento en el que hayamos nacido, tendremos un nombre u otro. Por ejemplo, actualmente escasean nombres como el de Erundina, que antiguamente era más común, y se han popularizado otros que antes no sonaban tanto, como el de Carla.
Diferentes investigaciones demuestran que el nombre, además de identificarnos como individuos, puede llegar a afectar al éxito que tenemos en la vida. Sabiendo esto, no nos sorprende que a muchos padres les cueste mucho elegir un nombre para sus hijos. Según The Guardian, una de cada cinco madres se lamenta del nombre que eligió para su hijo. Nosotros nos preguntamos… ¿Se arrepentirán en un futuro los padres que han elegido nombres extraños como Daenerys o Shakira?
Si tu nombre es fácil de pronunciar, tendrás un mayor estatus en el trabajo
Según un estudio realizado por la Universidad de Nueva York, las personas con nombres sencillos de pronunciar suelen tener puestos de mayor estatus en el trabajo. Según uno de los investigadores, esto se debe a que nos gusta más la información que procesamos fácilmente que la que nos requiere un mayor esfuerzo para comprenderla.
Las personas con nombres comunes tienen más probabilidades de ser contratadas
En un estudio de la Universidad de Marquette, los investigadores encontraron pruebas que sugieren que los nombres más comunes resultan más agradables. Las personas con nombres menos únicos tienen más probabilidades de ser contratadas que las que tienen nombres novedosos.
Si tienes un nombre compuesto y utilizas la inicial del segundo nombre, la gente pensará que eres más competente
Según un estudio publicado por el European Journal of Social Psychology, usar una inicial para el segundo nombre en caso de tener uno compuesto aumenta las percepciones de las personas sobre su capacidad intelectual y su competencia. Los estudiantes que formaron parte de la investigación y que indicaron las iniciales de su segundo nombre recibieron mejores calificaciones que los que no lo hicieron.
Es más probable que trabajes a gusto con personas con las que compartes inicial
Investigadores de la la Wisconsin School of Business descubrieron que tener en común la inicial del nombre con los demás compañeros es suficiente para influir en la relación que se tiene con ellos. Los miembros del grupo que compartían iniciales tuvieron un mayor rendimiento, eficacia colectiva y precisión, y un menor nivel de conflicto adaptativo.
Si tu apellido suena noble, es más probable que acabes ocupando puestos de alto rango
Según un estudio realizado en Alemania, las personas que tienen un apellido que suena noble suelen ocupar puestos más importantes que aquellas con apellidos comunes. Los Kaiser (emperador) ocupan más puestos gerenciales que aquellos que se apellidan Müller (molinero), por ejemplo. Esto ocurre a pesar de que los apellidos apenas guardan relación ya con el puesto que ocupamos en la sociedad. Esto podría deberse al razonamiento asociativo, es decir, a que vinculamos el significado del apellido con la persona que lo lleva.
Según un estudio, los nombres poco comunes están relacionados con la delincuencia
Un estudio realizado por la Universidad de Shippensburg sugirió que la popularidad del nombre y el comportamiento delictivo están relacionados, independientemente de la raza de la persona. Al parecer, los jóvenes con nombres poco comunes tienen más probabilidades de cometer un delito. Obviamente, la investigación no muestra que el comportamiento haya sido causado por tener un nombre extraño, sino que explican que sí están correlacionados, quizás por haber sido tratados de forma diferente en el colegio.
Las personas con un nombre exótico tienen menos probabilidades de que les contraten
El racismo está presente en todas partes, aunque no queramos admitirlo. Según un estudio publicado por la American Economic Association, los nombres que suenan a persona de raza blanca obtienen casi un 50% más de éxito en la primera fase de la candidatura para un trabajo que aquellas personas con nombres exóticos. Es decir, una persona que se llama María tiene más probabilidades de que le llamen para una entrevista que una que se llame Lakisha.
