Desde siempre, hemos imaginado a los dinosaurios como bestias gigantescas, verdes o marrones y escamosas. Las primeras representaciones gráficas de estos animales prehistóricos, elaboradas a mediados del siglo XIX, se impusieron en el imaginario colectivo a través del cine. Desde King Kong, en 1933, a Jurassic Park, en 1933, y Jurassic World, a día de hoy, los dinosaurios en pantalla (y por tanto, su representación gráfica más extendida) apenas ha cambiado.
Para ser justos, sí ha habido actualizaciones, según cambiaban los descubrimientos paleontológicos: anatómicos (colas erguidas en vez de arrastradas, cuerpos más atléticos y erguidos), de comportamiento (el instinto maternal de los tiranosaurios de la secuela de Parque Jurásico)… En el cortometraje oficial de Jurassic World, podemos ver incluso el primer dinosaurio con los brazos pronados (es decir, con las palmas de las manos mirándose entre ellas y no hacia el suelo), una de las asignaturas pendientes de muchos paleoartistas, que siguen incurriendo en ese error.
Universal Pictures
A estas alturas, todos hemos aceptado que las aves vienen de los dinosaurios y que los dinosaurios tenían plumas. Sin embargo, cuando efectivamente los vemos representados tal y como eran. Echamos la vista a un lado, nos ponemos de morros y decimos «estos no son mis dinos». Pues bien, esa injusticia debe terminarse. Así es como eran. Acéptalo.
Pero quizá no hace falta retroceder 65 millones de años atrás para comprobarlo. Basta con mirar a las aves de hoy… que en realidad son dinosaurios supervivientes de la extinción que han perdurado hasta día de hoy. Por cosas de la vida, la evolución decidió que fueran los mamíferos quienes ocuparan un lugar preferente en la escala de la naturaleza. Pero eso no significa que las aves perdieran aquello que les hace únicas y grandiosas… y si no, mirad estas imágenes.
Con el plumaje aún por desarrollar, las proporciones de esta cría de garza no son muy diferentes que las de los velociraptores de la película, ¿no?
Esta gigantesca ave africana, que sobrepasa los dos metros de envergadura, es sin duda uno de los animales más sorprendentes que aún pisan la Tierra… aunque, desgraciadamente, está en grave peligro de extinción.
La forma en la esta grulla abre las alas no sería diferente a la forma en la que lo harían los velociraptores, para impulsarse o intimidar.
Al igual que los buitres, muchos paleontólogos consideran la posibilidad de que muchos dinosaurios (incluyendo grandes depredadores como el Tiranosaurio Rex) eran carroñeros.
El pico dentado del tucán es un vestigio de las dentaduras de los dinosaurios. Se cree también que algunos raptores pudieron tener plumajes parecidos a los de este ave tropical.
A pesar de su pequeño tamaño, el kiwi, animal endémico de Nueva Zelanda, pertenece a la familia de las ratites, o aves incapaces de volar que fueron contemporáneas de los dinosaurios.
Otra ratite de gran tamaño, cuya característica es prácticamente idéntica a la de dinosaurios como el Oviraptor. Atentos también a esta imagen en detalle de sus garra, que incluyen una especie de daga que puede llegar a medir más de diez centímetros.
Los casuarios atacarán si se ven amenazados (en 2019, un hombre que tenía uno de mascota murió a causa del animal), por lo que se considera «el ave más peligrosa del mundo.» No obstante, son animales muy solitarios.
La mayor ave que camina sobre la tierra es un pariente cercano de los ornithomimus, un género de veloces dinosaurios, como el gallimimus.
Ave de presa por antonomasia, la forma de las garras del águila recuerda mucho a la de dinosaurios depredadores.
La bolsa que el pelícano tiene en el pico es un rasgo que siempre se ha mantenido presente, ajeno a cambios evolutivos, como demuestra que se hayan encontrado fósiles de pelícano de más de 30 millones de años de antigüedad que mostraban el pico idéntico.
Las moléculas de colágeno recuperadas de fósiles de Tiranosaurio Rex muestran que las gallinas y avestruces son los animales más emparentados con el extinto dinosaurio. Con un poco de imaginación, no es difícil visualizar que un tiranosaurio pudiera ser como una gallina de 4 metros de alto, ¿no?
Fuente: SBS