Pan integral que no es integral, el último timo de la industria alimentaria. Que no te engañen

Publicado 6 febrero, 2017 por admin
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Lo integral se ha puesto de moda; como si por el simple hecho de tomar fibra, nuestra salud fuera a mejorar por sí sola y la bollería industrial no engordarse. Pero no te dejes engañar, «lo integral» es el nuevo truco de la industria alimentaria para colar en nuestra mesa productos llenos de carbohidratos refinados con extra de azúcar. Empezando por el pan.

El timo del pan y las galletas integrales

Desde el punto de vista nutricional, tres cuartas partes de los nutrientes y vitaminas contenidos en el grano de cereal se encuentran en el germen y la cáscara. Es por eso que los productos elaborados con harinas integrales son, a priori, más sanos.

El problema es que las marcas comerciales no están usando harina integral para elaborar sus panes, bizcochos, galletas y dulces. En realidad, utilizan harina blanca refinada a la que añaden una pequeña cantidad de harina integral o salvado, lo suficiente para justificar la etiqueta de cara a la ley y no ser acusados de publicidad engañosa.

Lo integral no tiene por qué ser sano

Como bien señala luisandes.es, las marcas están colándonosla pero bien:

Galletas «integrales»

Harina de trigo (no integral), un 19% de fructosa añadida, grasa vegetal de palma (grasa TRANS) y un 1.3% de salvado de trigo. ¡Sano sanísimo!

Pan «integral»

Harina (no integral) de trigo y el salvado a parte.

Pan de molde «integral»

Ingredientes de pan «integral»: Harina (no integral), salvado, azúcar, dextrosa, harina de soja y unos cuantos conservantes.

Y así con cientos de productos


laopiniondesara.com

¿Cómo reconocer si un cereal es integral?

Es habitual en algunas personas ir al supermercado y comprar por “integral” pan de molde, pasta, arroz, galletas etc sin leer la etiqueta y la composición, simplemente porque ese alimento es de color marrón oscuro, lleva cincuenta mil semillas de no sé qué o pone en el envase “alto en fibra”. Eso no quiere decir que sea integral, no.

Muchos de los alimentos que tomamos por integrales no lo son, porque se han elaborado con harina refinada a la que posteriormente se le ha añadido salvado, y para que sea integral tiene que haber sido elaborado con HARINA INTEGRAL.

A modo resumen, a la hora de elegir por ejemplo, un pan integral, tendríamos que tener en cuenta estos puntos:

  • No fijarnos únicamente en el nombre. Que ponga “alto en fibra” o “multicereales”, no significa que sea integral.
  • Tenemos que mirar la composición y buscar la palabra integral. Que el pan sea marrón oscuro, tampoco quiere decir que sea integral. Si en la etiqueta indica “harina integral”, mirad el porcentaje que tiene. Serán preferibles los que tengan un porcentaje del 75% o mayor. Los ingredientes van enumerados en orden según la cantidad que haya en ese alimento. Si es integral, el primer ingrediente tendrá que ser harina integral. Lo más común en alimentos que parecen integrales pero no lo son es: harina refinada + salvado.
  • En el caso de la pasta, es común encontrar entre los ingredientes “sémola de trigo duro” con salvado. Tampoco es integral.

Harina refinada e integral

ibanyarza

La harina blanca refinada es el equivalente a un huevo frito sin yema. Para lograrla, se muele el grano separando el salvado y el germen con una tamizadora.

 

Los molineros modernos añaden el salvado después para hacer algo parecido a la harina integral. No incorporan nunca el germen, ya que su contenido graso puede enranciar la harina con facilidad.

¿Cómo reconocer si un cereal es integral?

Los únicos productos que realmente son integrales son aquellos que se han elaborado con harina integral. El resto, los que tienen salvado, son productos con fibra añadida. El etiquetado vuelve a ser la única herramienta que el consumidor posee para conocer la composición real de un producto y elegir en consecuencia.

Para estar seguro de que los productos por los que pagas son realmente lo que publicitan, sigue estos consejos:

  • Los ingredientes van enumerados en orden según la cantidad que haya en ese alimento. Si es integral, el primer ingrediente tendrá que ser harina integral.
  • Que el paquete sea de color marrón oscuro y ponga cosas como: «integral», «alto en fibra» o «multicereales» no es ninguna garantía. Vigila siempre el etiquetado.
  • Si se compone de varios tipos de harina, asegúrate que la integral  supera el 75% del total.
  • Los alimentos que parecen integrales pero no lo son incluyen la formula: «harina refinada + salvado».
  • Si la pasta se elabora con «sémola de trigo duro” + salvado», tampoco es integral.
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