A veces nos cuesta comprender ciertas situaciones de la vida, pues incluso teniendo un camino trazado se presentan frente a nosotros desvíos imposibles de evitar.
Pero, la mayoría de las veces, al final de estos desvíos nos encontramos con las respuestas que lo aclaran todo.
Y aunque estos senderos nos alejaron de nuestro destino, terminamos sintiéndonos agradecidos por haber sido obligados a tomarlos.
Esto fue precisamente lo que vivió Martin Hall Jr., un conductor de grúa quien tuvo que responder un llamado para un servicio en Coulterville, California, en los Estados Unidos.
Mientras conducía su camión por la ruta Martin se encontró con una bifurcación en la que no estaba seguro cuál dirección debía tomar. Así que, sin pensarlo mucho, rápidamente se decidió por uno de los senderos y continuó su viaje con normalidad.
Geplaatst door Michele F. Elam op Zondag 23 september 2018
Minutos después, Martin noto a lo lejos que algo obstaculizaba la vía. Cuando se acercó lo suficiente puedo ver que se trataba de un perro con su correa colgando. Entonces se aproximó cuanto más pudo y bajó del vehículo para revisar de cerca al animal.
Martín, amante de los perros estuvo por minutos tratando de llamar la atención del can, incluso le ofreció un emparedado pero no lo consiguió. Desilusionado, el hombre le dejó el alimento y un poco de agua lo más cerca que pudo y retomó su camino.
Pero, cuando inicio la marcha, Martin se estremeció y sintió lo que él describe como un llamado del perro, como si este le estuviera pidiendo que lo intentara otra vez porque necesitaba ayuda. Esta vez detuvo su vehículo y se dirigió directamente hacia el animal.
Cuando estuvo cerca del perro este se movió a un costado del camino y allí Martin pudo descubrir a otro perro el cual permanecía junto a un hombre mayor quien yacía acostado boca abajo sobre el suelo.
Geplaatst door Michele F. Elam op Zondag 23 september 2018
Martin inmediatamente revisó al anciano y llamó a la central de emergencias. Estos llegaron al lugar poco tiempo después y atendieron al hombre, el cual había salido a tomar un paseo con sus animales cuando una repentina lesión lo derribó y lo mantuvo inmóvil por varias horas hasta que llegó Martin, quien acabó convirtiéndose en su salvador.
Cuando le preguntan a Martin que fue lo que sucedió el solo puede decir que fue una serie de eventos la que lo puso justo en ese lugar y en ese preciso momento. “Los perros hacen cosas para comunicarse con nosotros, solo tenemos que tratar de entenderlos para poder descubrir qué es lo que nos quieren decir”.
