Si eres amante del mar, seguramente te gustaría estar cada cierto tiempo disfrutando del sol y de la arena, y por supuesto dándote un chapuzón en la refrescante agua del mar. Lamentablemente para muchas personas esto no es posible, ya sea porque tienen una agenda muy ocupada o porque viven muy lejos de la costa.
Y a veces, el mejor remedio es contentarse con tener una fotografía de una hermosa playa con agua azul y arena blanca como fondo de pantalla en el ordenador. O tal vez reproducir sonidos de olas para relajarnos antes de dormir. Por fortuna puede haber mejores remedios, como una piscina lo más parecida posible a ese ambiente natural.
¿Quién no quisiera tener una gran piscina en su casa para relajarse en un día caluroso? Y mejor aún si se parece a un ambiente natural, como una playa.
Ahora es posible tener un pequeño paraíso para nosotros mismos gracias a las piscinas de arena.
No importa el tamaño de tu jardín, las piscinas de arena son una buena opción para todas las familias ya que se adapta perfectamente a cualquier espacio.
Por lo general, las piscinas a las que estamos acostumbrados tienen formas rectas o circulares, abarcando un gran espacio de suelo. Pero con las de arena esto no sucede ya que pueden tomar cualquier forma que tú desees pues su propósito es simular un cuerpo de agua natural. Y en la naturaleza, ríos mares y lagos no tienen una forma perfectamente simétrica, por lo tanto, tu piscina tampoco necesitará serlo.
Entonces, esto te permite construir tu playa casera en cualquier espacio que consideres justo; como en un rincón del patio o bien al centro del jardín.
Puedes elegir la forma que más te guste, ya sea alargada, con muchos bordes curvos, o un círculo semi-perfecto. El tamaño se adapta fácilmente a las medidas de tu hogar y no deja ningún espacio sin aprovechar. Además, si quisieras conservar alguna planta, puedes rodearla pues este tipo de piscina lo permite.
En cuanto a la profundidad, también ofrece muchas posibilidades y por lo general se forma progresivamente, así que es apto para toda la familia. Los más pequeños pueden permanecer en la orilla mientras los adultos se relajan en lo más hondo, sin descuidar a los niños. También es perfecta para personas con algún tipo de discapacidad motora pues no tienen que hacer uso de complicadas escaleras para entrar al agua.
En pocas palabras, es una opción realmente fascinante que puede cumplir con los gustos de prácticamente todas las personas. Además de brindar un pequeño paraíso marítimo en el propio hogar.
Y si aún no te convencen, las piscina de arena tienen otras ventajas.
Ya mencionamos su increíble capacidad de adaptación al espacio; pero también lo hacen con el presupuesto, y puede ser una inversión mucho más barata que una gran piscina rectangular.
Otra cosa a tomar en cuenta es el material con el que está hecha. Se trata de una mezcla especial con arena que reviste las paredes de la piscina y le da ese acabado natural. Es bastante resistente y además, no se calienta como la arena real.
El material se conoce como Chukum y tiene que ver con el árbol Havardia albicans, endémico de Yucatán, México; del que se saca una resina. Esta es rica en taninos, que dan una coloración rojiza y actualmente es muy utilizada en proyectos arquitectónicos debido al hermoso acabado que da en las superficies.
Además, con este material el coste del mantenimiento se reduce considerablemente. Y cuando no está siendo usada, la piscina puede ser una especie de lago que forma parte del paisaje.
Así que si lo tuyo es la playa, considera esta increíble opción para tener tu propio paraíso en casa. Aunque no por eso te olvides de visitar el entorno natural.
