Por qué hacer la cama a diario puede cambiarte la vida

Publicado 12 agosto, 2019 por admin
PUBLICIDAD

Cada mañana, las más prestigiosas academias de mundo, los cuerpos militares y hasta los más humildes orfanatos, obligan a sus alumnos y residentes a hacer la cama. 

Pero ¿por qué? ¿Qué importancia puede tener para un futuro militar de elite, un senador, un estudiante de Havard o un niño con un futuro más incierto hacer una tediosa tarea doméstica?

No es cuestión de dinero, te lo adelanto. Es cuestión de carácter.

La importancia de hacer la cama

cama3

Si alguna vez has vivido en un internado o has pertenido a un cuerpo militar, te habrá parecido especialmente curioso el cuidado que ponen los monitores y mandos superiores en enseñarte a hacer perfectamente la cama.

Es un ritual, que exige preparar la litera correctamente. No vale hacerla de cualquier manera y, poner poco cuidado, se penaliza.

En tu primer día te explican que debes ventilar la habitación mientras te vistes, y terminar haciendo la cama. Sacudir las sábanas, estirar bien las esquinas, eliminar las arrugas y ahuecar el almohadón.

cama4

Cada mañana. Día tras día, haga sol o llueva. Estés fresco o cansado. Feliz o apesadumbrado.

Mucha molestia y esfuerzo para completar una tarea tan absurdamente mundana, ¿no?

Tu primer éxito del día

cama6

Si haces la cama todas la mañanas, en unos minutos habrás logrado hacer bien la primera tarea del día. Y no de cualquier forma, sino de manera brillante.

Un pequeño éxito que te empujará a seguir completando y cumpliendo con el resto de tus responsabilidades diarias.

Al final del día, esa tarea completada se convertirá en una larga lista de victorias personales. 

Puedes pensar que dicha actividad es una soberana estupidez, pero lo cierto es que, cumplir con algo tan mundano, tiene un gran impacto en nuestro inconsciente. Es la prueba irrefutable de que, para nosotros, las pequeñas cosas de la vida sí importan. Porque si no puedes hacer esto bien, jamás podrás hacer lo propio con las grandes cuestiones. 

cama1

Y, si por casualidad terminas teniendo un día miserable, al menos acabarás la jornada descansado en una cama bien hecha. Un pequeño placer con el que hacer borrón y cuenta nueva para encarar un nuevo día.

Así que, recuerda, si de verdad quieres cambiar el mundo, empieza con los detalles más pequeños de tu vida.

PUBLICIDAD
Otros artículos de esta categoría...