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Por qué nunca debes creer lo que ves en las fotos de los hoteles

Es un hecho incuestionable que cualquier fotografía que busca promocionar algo, nos mostrará siempre la mejor cara del objeto o paisaje en sí. En el caso de la industria hotelera, esta premisa es el pan de cada día en internet.

Casi todos hemos tenido la típica decepción tras llegar a nuestro destino vacacional, al descubrir que las cosas no eran tal y como esperábamos. Por este motivo nacieron las webs de opiniones para usuarios y consumidores.

Una de estas webs es Oyster, que se ha encargado de hacer una recopilación de imágenes que suben los hoteles a sus webs, comparándolas con fotografías reales tomadas por los usuarios. De este modo, podemos hacer una comparativa de «Expectativas Vs Realidad», sin levantarnos del sofá de nuestra casa.

A continuación os dejamos con unos cuantos ejemplos, que ponen de manifiesto que no debemos dejarnos guiar solo por las fotografías colgadas por los hoteles. 

Expectativas: Una playa privada, tranquila y solitaria en el Hotel Delfino Beach, en Sicilia

Realidad: Sentirse como sardinas en lata

Expectativas: Dormir como un bebé en una inmensa cama de 2×2 metros en el Hotel Athena de la Toscana

Realidad: Acabar la noche cayendo por una grieta formada por la unión de 2 camas individuales

Expectativas: Diversión en la enorme piscina del Inn at Seaside, en Oregón

Realidad: Remojarte un poco en una piscina que es poco más grande que una bañera de hidromasaje

Expectativas: Disfrutar de las vistas de Phuket, apoyado en el borde de la piscina infinita del Amata Resort

Realidad: Una valla de metal que arruina totalmente la vista y las fotos que quisieras hacer

Expectativas: Relajarte en tu cómoda habitación del Hotel Central Palace, después de una tarde de compras por Palermo

Realidad: Querer pasar el menor tiempo posible en esta habitación desnuda y prácticamente vacía

Expectativas: Disfrutar de una estancia tranquila y relajante en esta playa aislada del mundanal ruido en el complejo La Plage, en Sicilia

Realidad: Compartir tu relax con la mitad de la ciudad que va allí a bañarse todos los días

Expectativas: Pasar una noche romántica dándose un pequeño chapuzón en la piscina cubierta del Norfolk Royale, en Dorset, Inglaterra

Realidad: Pisar las baldosas enmohecidas hasta llegar a una bañera de hidromasaje que ni si quiera funciona

Expectativas: Nadar en una piscina con poca gente en el complejo Crown Reef, en Myrtle Beach, Carolina del Sur, EE.UU.

Realidad: Niños por todos lados correteando, empujándose, salpicando, etc.

Antes de reservar algún hotel, buscad las opiniones de la gente que ya ha estado allí. Existen infinidad de páginas que se dedican a esto, donde podréis haceros una idea mucho más aproximada de lo que vais a encontraros.

Fuente: Business Insider, artículo por La Voz del Muro

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