En la actualidad, la medicina avanza a pasos de gigante, y no es extraño ver como cada día los profesionales sanitarios logran un nuevo avance. Este junio, hemos visto nacer al primer bebé de América que ha sido gestado en un útero trasplantado, y la noticia no puede ser más esperanzadora.
El primer niño de Estados Unidos que nace con éxito tras un trasplante de útero.
Una nueva esperanza para muchas mujeres.
Las complicaciones uterinas son la principal causa de infertilidad para multitud de mujeres globalmente. Se estima que una de cada 500 mujeres es infértil debido a este motivo, y hasta ahora no había demasiados procedimientos que pudieran lidiar con este problema. Los trasplantes parecían la principal opción, pero ha sido una larga lucha hasta que la medicina ha conseguido que fuera viable.
Hace casi veinte años desde que se intentó el primer trasplante de útero en Arabia Saudí, el cual no tuvo éxito. Sucedió en el año 2000, y no sirvió para desanimar a la comunidad científica y médica. Más bien lo contrario: en 2011 presenciábamos un nuevo trasplante de útero en Turquía. Esta vez el trasplante tuvo éxito, pero no fue posible que la mujer llevara a término un embarazo sin complicaciones.
Cirujía de trasplante de útero en la Clinica Cleveland.
Tuvieron que pasar tres años más para que finalmente se lograra. Los cirujanos Suizos consiguieron trasplantar el útero de una madre a su propia hija, y esta vez la receptora fue capaz de dar a luz sin complicaciones. Desde entonces, otros países como Brasil han seguido sus pasos.
Ahora Estados Unidos se ha unido a la lista de países que han logrado esta hazaña médica , y cada vez son más las personas a las que este procedimiento podría cambiarles la vida.
Andreas Tzakis, cirujano de trasplantes en la clínica Cleveland, ha manifestado que es increíble lo normal que ha sido el parto, teniendo en cuenta las extraordinarias condiciones en las que se ha dado este acontencimiento.
¿Cómo funciona el proceso?
La principal dificultad viene de los vasos sanguíneos que hallamos cerca del útero, y que son vitales para el paciente. Exijen máxima delicadeza y cualquier error podría ser muy perjudicial para la persona a la que se le realiza el trasplante.
No es necesario realizar ninguna cirujía nerviosa, pero el trasplante si que requiere medicación para evitar que la persona que recibe el útero no lo rechaze de manera inmediata, proceso habitual en los trasplantes de órganos.
Una vez se ha realizado el trasplante de forma exitosa es necesario esperar un año para el proceso de fecundación in vitro. Si finalmente se produce el embarazo el parto ha de ser por cesárea, dado que el útero trasplantado puede ser a menudo muy frágil.
Parto por cesárea un año después del trasplante.
A pesar de la dificultad del procedimiento, se estima que 50 mil mujeres en Estados Unidos podrían ser candidatas para esta cirujía, y se considera un gran avance a la hora de solucionar problemas de infertilidad que de otro modo serían imposibles de resolver.
