Casas las hay de todos los tipos, tamaños y colores. En La voz del muro ya os enseñamos las 10 casas más extrañas del mundo y las 7 casas flotantes más lujosas. Pero este mundo es tan grande que siempre hay alguna nueva que nos llama la atención.
Hoy os traemos una de esas que pertenecen al genero de «convierta un edificio abandonado en su casa» un genero muy en auge, sobre todo si tienes dinero para poder llevar a cabo la reforma, ya que puede concluir con unos resultados fantásticos.
Con un poco de buen gusto y trabajo podemos ver cómo una sencilla torre de agua londinense del sigo XIX se convierte en la maravillosa vivienda que aquí os presentamos.
La reforma ha sido llevada a cabo por los arquitectos Leigh Osborne & Graham Voce. Lo primero que nos encontramos en esta vivienda es un salón comedor con la cocina incluida donde destacan sus formas limpias y geométricas contrastando con el desgaste de los ladrillos exteriores que forman la mayor parte de la construcción.
El siguente piso está acondicionado para ser una sala de estar o salón. Aquí es donde imagino que pasarán más tiempo los habitantes de esta casa. Estas dos plantas están cerradas con un ventanal enorme que da a la calle y puede abrirse en cualquier momento para dejar entrar más luz o ventilar las estancias.
Podemos ver que la sala de estar lleva incorporado un proyector, por lo que se convierte en el sitio ideal para reuniones y/o actividades de ocio como el visionado de películas.
La terraza se encuentra situada en la tercera planta. Vemos que tiene una vista inigualable de todo Londres. Suponemos que en el periodo estival debe ser una gozada disfrutar un piscolabis en dicha estancia.
La mayor pega que tiene este domicilio es que su superficie se desarrolla en varias plantas de no excesivo tamaño, por lo que cada piso puede dedicarse a una actividad diferente. Debemos mencionar también que el momento de irse a la cama debe ser poco menos que un sufrimiento si hay que subir sus escaleras hasta el último piso.
No sabemos si el edificio tiene algún tipo de elevador, ya que no se ve en las fotos, lo cual nos hace imaginar que gran parte del día su dueño se lo pasará en las escaleras subiendo y bajando.
El baño sigue la misma línea minimalista que el resto de la casa, tal vez parezca un poco estrecho pero hay que decir que la perspectiva de la fotografía y el punto de fuga hacen percibirlo como más ajustado de lo que pudiera ser en realidad.
Escaleras y más escaleras, es una constante en esta edificación con 7 plantas. Desde luego vivir aquí nos vendría muy bien si lo que queremos es ejercitar las piernas y hacer un poco de ejercicio todos los días.
¿Que os ha parecido la casa? a mi, personalmente, me ha parecido muy acogedora y los contrastes entre los ladrillos gastados y la limpieza de los blancos en su interior le da un toque moderno a la vez que acogedor.
Fuente: Decoesfera
