El Gobierno de Reino Unido va a votar para que todos los fumadores o bien abandonen el hábito por completo, o comiencen a usar cigarrillos electrónicos en los próximos 11 años.
Según el Daily Mail, las empresas tabacaleras se verán forzadas a pagar los costes que conlleva ayudar a los fumadores a dejar el tabaco. Los ministros también se comprometen a controlar los cigarros baratos que se venden en el mercado negro.
El objetivo de este ambicioso proyecto
El objetivo de conseguir que el país esté libre de humo para el año 2030 lo anunciará el secretario de Salud, Matt Hancock en una semana con la presentación de un Green Paper (un documento de consulta para que las personas, dentro y fuera del Parlamento, compartan sus opiniones sobre la política o propuestas legislativas) en el que principalmente se habla de que la prevención es mejor que la cura.
Las tasas de fumadores se han reducido a la mitad en los último 35 años en Reino Unido, convirtiéndose en el segundo país con las cifras más bajas en toda Europa, por detrás de Suecia. Pero los expertos en salud prometen «acabar el trabajo», es decir, deshacerse del tabaco por completo.
En el proyecto original van a decir que los logros en cuanto al control del tabaco han sido difíciles de conseguir, pero que todavía queda mucho por hacer. «Para el 15% de los adultos que aún no han dejado de fumar, este hábito es la principal causa de enfermedad y muerte temprana».
Es necesario abordar la desigualdad en las tasas de fumadores en Reino Unido
El documento asegura que la ambición de ser un país totalmente libre de humo para el año 2030 es todo un desafío, ya que, aunque en general las tasas de fumadores están disminuyendo, se mantienen «obstinadamente elevadas» en ciertos grupos, como los obreros y las personas que pertenecen al colectivo LGTB, es decir, lesbianas, gays, transgéneros y bisexuales.
En el país, se estima que el 31% de personas que viven en hogares sociales serán fumadores. Por ejemplo, en Blackpool, una de las zonas con peor salud de media de Inglaterra, 1 de cada 4 mujeres embarazadas fuma, mientras que en Westminster, una de las zonas más prósperas del país, solamente fuma 1 de cada 50.
«Abordar estas desigualdades es el principal desafío para los próximos años. Para conseguir el objetivo de tener un futuro libre de humo, necesitamos tanto una acción eficaz para disuadir a las personas para que no comiencen a fumar como ayudar a los ya fumadores a que lo dejen«, dice el documento.
Actualmente, la ayuda para dejar de fumar es principalmente proporcionada por los Servicios Nacionales de Salud o por autoridades locales financiadas a través de los impuestos. Pero, dada la presión del presupuesto local, los ministros necesitan encontrar alternativas para asegurar que las personas tendrán la ayuda que necesitan.
En las últimas décadas, se han establecido varias prohibiciones para regular el tabaco
El Gobierno va a proponer un cambio en la ley para que la información sobre dejar el tabaco sea incluida en los paquetes. Por ejemplo, las fábricas podrían ser obligadas a colocar folletos informativos en los paquetes. Además, se comprometen a lanzar una solicitud para que se realicen estudios independientes para evaluar si los cigarrillos electrónicos con nicotina son efectivos o no para ayudar a aquellas personas que deseen dejar de fumar y reducir el daño a su salud.
Este plan para eliminar el tabaquismo definitivamente, surge tras décadas de llevar a cabo distintas acciones, como la prohibición de anuncios de cigarrillos en televisión en 1965, toda publicidad impresa desde el 2003, los patrocinios de deportes en 2005, la prohibición de fumar en lugares públicos desde 2007 y los empaquetados simples obligatorios desde 2016.
Aún queda un largo camino hasta conseguir que ninguna persona adquiera el hábito de fumar. Lo importante es asegurar una buena educación en hábitos de salud y programas de ayuda eficaces para quienes deseen abandonar el tabaco definitivamente.
