¿Por qué algunos relojes marcan IIII en lugar de IV?

Publicado 6 mayo, 2020 por Alberto Díaz - Pinto
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Los números romanos son uno de los diseños más clásicos que podemos encontrar en los relojes. Sin embargo, los propietarios de relojes con esta numeración podrían haber notado algo raro. Todos sabemos que el número cuatro se escribe IV, en números romanos, pero algunos relojes utilizan IIII. Seguramente, los que tenéis un reloj de este tipo os hayáis preguntado esto alguna vez. Por eso, hoy vamos a ver qué tienen que decir los expertos al respecto.

En muchos relojes antiguos es común encontrarse esta versión del número 4, aunque siempre hay excepciones, como el Big Ben de Londres, que a pesar de tener 177 años utiliza el IV. No obstante, en la mayoría de diales de la época los relojeros prefirieron usar IIII.

Los expertos han aportando si granito de arena respecto al tema, surgiendo diversas teorías. Analicemos todas y veamos cuál podría ser más plausible. Comencemos:

«IIII» fue la primera forma de escribir «4»

Comúnmente, los números romanos se escriben de este modo: I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, etc. Numeración originaria de la antigua Roma, aproximadamente 1000 a. C., que perduró en toda Europa hasta la Edad Media tardía, mucho después del declive del Imperio Romano. Alrededor del siglo XIV, los números romanos comenzaron a ser reemplazados por números arábigos que conocemos hoy.

Sin embargo, a pesar de que ahora se acepta ampliamente que 4 debe escribirse IV, el patrón original para los números romanos no era el mismo que conocemos hoy. De hecho, los modelos más antiguos utilizaban VIIII, en lugar de IX, para poner 9 y IIII, en lugar de IV, para el 4. Pero parece ser que estos dos números resultaron problemáticos, confundiéndose fácilmente con el III y el VIII.

Los primeros relojes mecánicos fueron creados en Europa durante el siglo XIII, en un momento en que los números romanos todavía se usaban. Además, la mayoría de los relojes estaban en las iglesias, siendo el latín el idioma católico oficial. Por tanto, tiene sentido que la mayoría de los relojes antiguos marquen las horas con números romanos. No obstante, la razón por la cual los relojeros optaron por usar IIII en lugar de IV, cuando esta representación no estaba en uso, sigue sin estar clara.

Una ofensa a Júpiter

Si bien los romanos no llegaron al reloj mecánico, sí que adoptaron el concepto del reloj de sol. Es más, se han encontrado múltiples relojes de sol en Roma, en incluso en su versión de bolsillo. Una vez más, algunos representaban el 4 con IV, mientras que otros usaban IIII. El dios romano Júpiter, Zeus para los griegos, podría tener la clave. En latín, Júpiter se escribía IVPPITER. Por ello, muchos romanos podrían haber dudado en grabar parte del nombre de su deidad suprema en un reloj de sol, por si esta se ofendía.

Si bien los relojes de sol quedaron obsoletos con el advenimiento de la relojería mecánica, el número IIII podría haberse seguido usando por tradición.

Más fácil para el ciudadano que no había sido educado

Debemos recordar que en la antigüedad y en la Edad Media, solo una pequeña parte de la población podía leer, escribir y hacer cálculos. Esta podría ser una forma de explicar el uso de IIII en lugar de IV. Si bien el IV requiere de algunos conocimientos matemáticos básicos, para la un agricultor europeo del 1650 que no hubiera recibido educación alguna, podría haber sido algo más que complejo.

Así pues, el número IIII podría haber permanecido en uso porque era fácilmente reconocible. Además, esto podría haber implicado confusión entre IV y VI, así como entre IX y XI. Es por eso que en algunos relojes el 9 está representado como VIIII.

El relojero perezoso

Sin duda una de las teorías menos creíbles. Si bien esto no sería aplicable a los relojes con números recortados o pintados, la teoría si podría aplicarse a los que llevan los números fundidos en metal. IIII, en lugar de IV, y VIIII, en lugar de XI, podrían haber facilitado la vida del relojero.

Si seguimos la notación aditiva, sería: I, II, III, IIII, V, VI, VII, VIII, VIIII, X, XI, XII. Esto significa que se pueden crear menos moldes, concretamente tres: uno con forma de IIII; otro para el VIIII y un último con forma de XII. Para representar todas las horas, solo debían llenarse total y parcialmente.

De este modo, crear un dial con los números IV o IX fundidos en metal, hubiera implicado la fabricación de más moldes.

Luis XIV, «El Rey Sol»

Una teoría más moderna involucra la figura del monarca absolutista Luis XIV, más conocido como el Rey Sol. Todo giraba en torno a su figura, por lo que era considerado un dios terrenal. Así, al igual que ocurría con el dios romano Júpiter, podría haber sido posible que el no tan modesto Luis XIV hubiera preferido que los relojes incluyeran IIII en lugar de IV.

Sin embargo, esta teoría parece bastante inverosímil, pues el uso del IIII ya existía mucho antes, incluso bajo el reinado de muchos monarcas cuyos nombres no contenían las letras IV.

Equilibrio visual

La última explicación posible es la más racional de todas y, probablemente la más plausible. Comúnmente, los relojes representan el tiempo en 12 horas. Por tanto, se imprimen 12 números en sus diales. Una de las razones para el uso de IIII en lugar de IV podría ser para obtener un mayor equilibrio visual.

La mayoría de los relojes que usan IIII, antiguos o modernos, se basan en una combinación de notación aditiva y notación sustractiva (donde el 4 es IIII y el 9 es IX). De este modo, el dial presenta los siguientes números: I, II, III, IIII, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII. Con esta combinación, obtienes tres áreas idénticas en el dial, cada una de ellas con el mismo tipo de números.

El primer tercio solo usa I, el segundo es el único que usa la V y, finalmente, el último tercio es el único que presenta números con X. De esta manera, está equilibrando el dial con tres áreas distintas, creando un aspecto más elegante y armonioso.

Además, en esta misma línea, el número IIII es más fácil de leer que el número IV, especialmente cuando está del revés, como a menudo suele ocurrir en los relojes modernos, donde los números romanos se colocan apuntando al centro de la esfera.

Aunque no existe una respuesta definitiva y contundente, podíamos concluir diciendo que el uso del IIII sigue extendido en la industria relojera debido a una combinación de tradiciones a lo largo de la historia y razones prácticas. ¿Vosotros qué pensáis? Si os gusta este tema, tenéis que ver estos extraños relojes de pulsera.

Vía: monochrome-watches, electrictime

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