“Cómo renové la entrada del bloque de mi piso por mi cuenta”

Publicado 8 enero, 2021 por Sandra Morales
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Koval Evgeniy es un hombre ruso que se dedica a remodelar y reformar las entradas de casas y pisos y que ha estado mucho tiempo viviendo por la Europa Occidental. Muchos de sus trabajos han causado sensación en las redes sociales por el antes y el después de estas reformas.

Varios de sus seguidores afirman que las entradas de los pisos de Rusia son las peores, ya que están descuidadas, son feas y están sucias. Así que Koval no dudó y viajó hasta su país.

Nuestro protagonista regresó a su ciudad de origen, a Vladivostok, después de recorrer diferentes ciudades y haber visto suficientes entradas en Dublín, Malmo o Estocolmo. Pero cuando llegó a su casa no podía ni mirar su entrada, era terriblemente horrorosa.

Decidió que no podía seguir con ese aspecto

Para Koval tener un piso bonito y limpio no es suficiente. También es necesario que el exterior sea maravilloso, tanto el portal, las paredes, el suelo, el ascensor, etcétera. Así que decidió redecorar la entrada de su vivienda por su cuenta. Primero reunió a personas que tenían el mismo pensamiento que él, fueron a hablar con más vecinos y recolectaron un total de 500 rublos (unos 6 €)

Pero no fue nada fácil, la mitad de los vecinos dijo que no tenían dinero y otros que no era necesario hacer reparaciones, que no les importaba lo que ocurría fuera de la puerta de su vivienda. Otra parte afirmaba que siempre han pagado la reparación y el mantenimiento del edificio. Lo que no sabían es que todo lo recaudado en recibos lo utilizó Koval para aislar el bloque, ya que no estaba preparado para el clima que tiene la ciudad de Vladivostok.

Se pusieron manos a la obra

Evgeniy y tres personas más del edificio compraron materiales y herramientas con el dinero recaudado. Comenzaron a quitar la pintura vieja con sus propias manos y después la nivelaron, la enyesaron y pintaron tanto las paredes como el techo.

También arrancaron las pegatinas de publicidad que estaban fuera y dentro de los ascensores, reemplazaron las luces normales por luces LED y cambiaron la puerta del armario de la señora de la limpieza. Además, cuando llegue el verano sustituirán las baldosas del suelo por gres porcelánico.

Ningún otro vecino más se dignó a ayudarles con las reparaciones, ni siquiera a darles acceso a una toma de corriente para enchufar las máquinas. Era como si el asunto no fuera con ellos.

El resultado

Todo quedó perfecto, parecía nuevo. Según Koval, el porche pasó de parecer un lugar abandonado a un sitio agradable donde se podían reunir los vecinos.

“En general, me asombran algunas personas que creen que más allá de su puerta no se debe tocar”, expresaba. “El concepto de confort no debería ser así. El espacio personal no termina fuera de la puerta del apartamento, es todo lo que engloba a tu vivienda, desde la puerta de la calle hasta el garaje comunitario. Todo debería ser orgánico”.

Ahora todos los vecinos están contentos y no se avergüenzan de su entrada. Ahora el bloque de Koval lo visita más gente y todos alaban su trabajo y esfuerzo para lograr una mejor convivencia entre todos los residentes.

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