Aunque sigue habiendo gente que se niega a aceptar los cambios, el mundo de la moda y el modelaje está abandonando poco a poco los cánones de belleza tradicionales que tanto daño ha hecho a las mujeres. Las fotografías que muestran cuerpos delgados, esbeltos y esculturales (más los retoques pertinentes) crean un canon inalcanzable e irrealizable que puede contribuir a baja autoestima y otros problemas psicológicos.
Afortunadamente, cada vez son más las voces que se alzan en contra de esto, y aprovechan el poder de difusión de las redes sociales como Twitter, Instagram o más recientemente, Tik Tok, para compartir una idea diferente y con gran calado en los jóvenes.
Es el caso de Denise Mercedes, una modelo dominicana de 28 años, pero criada en Estados Unidos. Junto con su amiga María Castellanos, ha creado un nuevo «challenge» en Tik Tok llamado #stylenotsize (estilo, no tamaño). En los vídeos y fotos que comparten con ese hashtag, las dos amigas de tallas diferentes posan con la misma ropa, para demostrar que la belleza no entiende de tamaños, y puedes elegir verte tal y como quieras.
Estas fotos ya han sido compartidas millones de veces, y muchas otras mujeres ya están utilizando el hashtag para compartir sus propias fotografías y reivindicar la belleza de sus cuerpos, sea cual sea la talla que usen.
En su página web, Denise explica cómo, tras ser rechazada por agencias de modelos por su baja estatura, empezó a subir ella misma fotos probándose vestidos. Sus redes sociales se llenaron de seguidores que aplaudían su mensaje positivo y reivindicativo de las mujeres de tallas grandes. Ahora ha colaborado con toda clase de marcas, mientras continúa su labor en las redes sociales.
Fenómenos virales como este consiguen poco a poco diversificar el mundo de la moda y que sea más representativo para toda clase de mujeres. Un estudio de la Universidad de Florida demostró que la mayoría de mujeres de tallas normales o grandes recuerdan más a las modelos de anuncios de sus tallas que a las modelos delgadas tradicionales. También les ayudan a sentirse más cómodas y satisfechas con sus cuerpos, aumentando su autoestima y mejorando su reconocimiento de la marca.
Por otro lado, según Glamour, las mujeres de talla grande representan el 68% de las consumidoras de ropa, por lo que su infra representación en las modelos de publicidad no solo es irresponsable desde un punto de vista moral, también es inexplicable desde un punto de vista meramente comercial.
Desde luego, si de algo andan servidas las nuevas generaciones son de ganas de reformar los rígidos cánones de belleza, y contribuir con ello a un mundo más igualitario y al mismo tiempo más diverso, donde todos los cuerpos sean aceptados y admirados por igual.
