El imperio Disney es, probablemente, uno de las marcas más famosas y rentables que existen en el mundo. Sus parques de atracciones y resorts están pensados para que tanto niños como adultos disfruten de la mejor experiencia posible.
Aunque hay artistas que no acaban de ver con buenos ojos el emporio Disney, no hay duda de que el llamado «lugar más feliz de la Tierra», se ha ganado a pulso esa definición con unas estrictas y curiosas normas de trabajo para sus empleados, orientadas a que la experiencia de los visitantes sea perfecta.
Por las calles de sus parques de atracciones se pasean Mickey Mouse, Goofy, el pato Donald y un sin fin de personajes más de sobra conocidos por todo el mundo. Pero cuando el parque cierra sus puertas, son otros los actores que entran en escena.
Se trata de un ejercito de felinos salvajes con una misión muy clara, acabar con todos los ratones del parque -que no se llamen Mickey o Minnie Mouse- de la manera más rápida posible.
La historia de los gatos de Disneyland es bastante curiosa y una muestra de cómo Walt supo convertir un problema en una oportunidad. Si queréis conocerla, seguid leyendo.
Todo el mundo ha escuchado alguna vez eso de que «Disneyland es el lugar más feliz en la Tierra». No obstante es uno de los destinos más populares en el mundo para niños y para los no tan niños
Disney ha dado al mundo una gran cantidad de personajes basados en animales en todos estos años. Sin duda los más famosos y favoritos de casi todo el mundo son Mickey y Minnie Mouse
Menos conocidos, sin embargo, son los cientos de gatos salvajes que deambulan por sus parques de atracciones, ocultos a la vista de la mayoría de turistas
Por lo que se sabe, los felinos llevan allí desde que abriera sus puertas en 1955. La mayoría de parques de atracciones suelen atraer a poblaciones de gatos silvestres y Disneyland no iba a ser una excepción. Fueron vistos por primera vez en el castillo de Cenicienta
Walt era un tipo bastante inteligente (no se llega a tener un imperio como el actual de no ser así) y se dio cuenta rápidamente que los métodos convencionales para deshacerse de estos visitantes podrían dañar la imagen de Disney y del parque, recién abierto
Además no tardó en percatarse de que los numerosos puestos de comida y los desperdicios de los visitantes eran el caldo de cultivo ideal para atraer a otros huéspedes menos deseables, ratas y ratones.
Sabiendo que los gatos son excelentes cazadores, supo aprovechar la presencia de los felinos, sabiendo que si permitía su estancia allí, acabaría de raíz con el problema de las ratas
Los felinos eran (y siguen siendo) supervisados por el personal del parque, recibiendo todos los cuidados veterinarios que necesiten y controlando su aseo
También hay varios puestos de comida discretamente camuflados por todo el parque, para así complementar su dieta en caso de que la caza no sea suficiente
El parque trata de mantener las zonas donde viven los gatos ocultas a la mayoría del personal y los visitantes. De esta forma intenta limitar las interacciones entre los dos para evitar posibles peligros ambas partes. De todas formas los gatos tienden a evitar a los humanos
En total hay unos 200 gatos que residen en el parque. Hace algunos años Disneyland se asoció con FixNation, una organización no lucrativa, que les ayuda a controlar la población de felinos. Esta asociación utiliza el sistema CES (Capturar, Esterilizar, Soltar). De este modo mantienen a la población estable con una mínima interferencia en su día a día
Si ven que algún gato empieza a relacionarse con los seres humanos más de lo normal se pone en adopción. Lo mismo ocurre con los gatitos nacidos accidentalmente en el parque
Disneyland en realidad no proporciona demasiados datos sobre su población de gatos. Pero existe una pagina web y un instagram totalmente independientes dedicados a ellos. Tienen incluso unas divertidas camisetas inspiradas en ellos
Estas camisetas muestran la cara más gatuna del parque de atracciones
Hay muchas empresas que han afrontado el problema con las colonias de gatos en su propiedad, de una forma mucho menos humana. Disney ha adoptado por enfoque mucho más simpático y acertado. Si alguna vez vais a Disneyland mantened los ojos abiertos, tal vez podáis ver a alguno de estos habitantes en la sombra del parque
Una muestra de como sacar provecho de lo que en principio podía haberse planteado como un problema. Si los felinos pudiesen hablar, es posible que ellos corroborasen lo de «el lugar más feliz de la Tierra».
Fuente: Wimp, artículo traducido y adaptado por La voz del muro
