Por las mañanas iba a la escuela y por las tardes trabajaba para poder sus estudios. Mucha gente la criticó por su forma de vestir mientras vendía papas fritas en la calle, lo que no sabían es que apenas lograba hacer ambas cosas el mismo día, sin embargo, eso la motivó para lograr sus objetivos y convertirse en la protagonista de su propia historia.
La joven Bevalyne Kwanboka encontró la oportunidad para salir adelante en las calles, comenzó a vender papas fritas y con eso pudo mantenerse ella misma y ayudar a sus padres que vivían en la pobreza.
Bevalyne es residente de Donholm, Kenia, uno de sus grandes sueños era estudiar para poder obtener un título universitario y buscar mejores oportunidades de vida. Pese a su esfuerzo, la gente continuaba burlándose de ella por medio de las redes sociales, ella ha admitido haber llorado por los comentarios que le publicaban en sus cuentas, ya que Bevalyne decidió hacer promoción de lo que vendía.
Su historia se volvió el centro de atención luego de la foto que compartió preparando unas papas con un vestido corto por el área de Kware en Outer Ring Road. Los usuarios no esperaron en criticar su vestimenta sin saber la historia de la chica.
En una entrevista a la televisión local TV47, la estudiante de cuarto año de Educación dijo que aunque esos comentarios la afectaron, ella no cree que el vestido fuera corto, sino que ella busca vestir cómodamente.
«Siempre uso algo que me permita corre, cocinar y hacer de todo. Me di cuenta de que el vestido verde se volvió viral porque la foto fue tomada mientras estaba sentada. Y como soy morena, la gente se puso a hablar».
Luego de las reacciones negativas por parte de sus publicaciones, Bevalyne explicó que mientras estudia y trabaja, le toca vender papas fritas en las tardes para poder pagar sus clases.
«Aquellos que cuestionan mi vestimenta en mi negocio, lo aclaro, llego a la escuela por la mañana y asisto a clases y luego vengo a vender papas fritas. ¿Quieres que vaya a clase con un delantal?».
Después de mucho tiempo y esfuerzo, el 17 de diciembre de 2021, la joven keniana se graduó para ser maestra con un título en Educación. En Twitter añadió un comentario: «Muchas gracias por su apoyo. Su proveedor de Chipo Mwitu lo logró».
Los usuarios del internet que descubrieron su historia y sus compatriotas no pararon de felicitarla y de enviarle mensajes positivos.
