El gobierno de Estados Unidos declaró extintas 23 especies de animales como aves y peces.
El calentamiento global es un peligro constante y creciente que tiene, entre sus muchas consecuencias, la desaparición de especies tanto animales como vegetales.El cambio climático es parte importante de los riesgos que sufren las especies ya amenazadas.
Muchos aseguran que la Tierra está viviendo una «crisis de extinción» pues la flora y la fauna desaparecen mil veces más rápido. De hecho, se tienen registros de la extinción de 902 especies alrededor del planeta; sin embargo, se piensa que en realidad el número es más grande pues hay muchas sin identificar.
Los científicos estadounidenses informaron que a pesar de sus vastos esfuerzos, no pudieron encontrar estos 23 animales. El Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre publicó en septiembre una lista con los 23 nombres de especies que consideran extintas.
El pájaro carpintero real era el más conocido de esta lista. Gracias a algunos avistamientos no confirmados en los últimos años, se desataron intensas búsquedas para dar con el animal en los pantanos de Florida, Mississippi, Luisiana y Arkansas; sin embargo, ninguna tuvo éxito.
Otro animal de la lista es la almeja de Marshall; un molusco de agua dulce que habitaba al sur de Estados Unidos. Alcanzó a ser identificado como una nueva especie, pero para el momento en que tuvo su nombre ya no se volvió a ver.
AP
En 1960 los 23 animales se incluyeron en la lista de especies amenazadas y se creía que tenían probabilidades de subsistir. Durante sesenta años solo 11 especies de la lista habían sido removidas; sin embargo, el repentino anuncio de más especies prácticamente extintas causa preocupación.
Son diversos los motivos por los cuales desaparece un especie; la mayoría tienen que ver con contaminación, crecimiento urbano, deforestación, caza y comercio ilegales, lucha con especies invasoras; en cualquier caso, el ser humano es la principal causa.
Por otro lado, hay científicos que creen que algunas de estas especies podrían reaparecer; por supuesto con la gestión adecuada.
John Fitzpatrick, biólogo de aves en la Universidad de Cornell, considera prematuro declarar extinto al pájaro carpintero real, sobre todo cuando se han gastado millones de dólares en su búsqueda y conservación del hábitat. Además, en una investigación de 2005, él afirma haber visto al ave en Arkansas.
“Mantenerlo en la lista de especies amenazadas mantiene la atención sobre él, mantiene a los estados pensando en gestionar el hábitat en caso de que aún exista”, dijo Fitzpatrick
Retirar a dichas especies de la lista de peligro provocará que los recursos sean destinados a otras áreas y los esfuerzos para conservar las áreas donde vivían sean en vano. Esto dificultaría aún más la reaparición y recuperación de éstas y otras especies.
Con el tiempo, la estrategia de conservación ha cambiado; ya no se trata de salvar una especie sino de preservar todo un hábitat. Si los recursos se destinan a proteger una zona en específico, por consecuencia toda la flora y fauna del lugar también quedarán protegidas.
De hecho, gracias a los esfuerzos de la comunidad científica, 54 especies se han recuperado y han salido de la lista de especies amenazadas desde 1975. Entre ellas se encuentra la ballena jorobada, el águila calva y el oso panda.
