Se inscribió a la universidad para apoyar a su hijo con discapacidad: se graduaron juntos

Publicado 5 octubre, 2022 por redaccion
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Cuando la vida te pone obstáculos es necesario saber cómo afrontarlos y superarlos, no es una tarea fácil y más si te detiene para hacer muchas cosas, como el caso de Víctor Cobo, un joven que nació con una discapacidad y que a pesar de que muchos pensaban que no podría hacerlo, después de algunos años ha logrado graduarse de la universidad.

Su mamá, Gregoria Gómez (originaria de Toledo) decidió matricularse en el grado de Administración y Dirección de Empresas (ADE) para que Víctor pudiera estudiar a pesar de su discapacidad -tiene una distrofia muscular de Duchenne- y está paralizado en un 82%.

Cuando Víctor se había presentado a la selectividad en 2017 descubrió su gusto por la economía y así fue como Goyi -como cariñosamente la conocen-, lo alentó a estudiar pero no podía hacerlo solo y así ella decidió acompañar a su hijo a clase pero la idea de estudiar a su lado no le había pasado por la cabeza hasta que miembros de la Universidad Castilla de la Mancha se lo plantearon.

Aula de la Universidad / UCLM

«La decana que estaba por aquel entonces en la facultad me propuso que me matriculara yo también y me convenció. Hice las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 25 años y las aprobé».

El Servicio de Apoyo al Estudiante con Discapacidad (SAED) han ayudado en la medida de lo posible a la familia, tanto los conserjes como los profesores se han portado a la altura.

Gregoria Gómez

Madre e hijo fueron encontrando su propio ritmo conforme avanzaban en sus estudios. Ella hacía los apuntes que él no podía.  «Yo iba haciendo los resúmenes y colocándolos en un atril o en un corcho para que él estudiase. También ponía los apuntes en la tele con un USB y cuando estaba tumbado de espaldas los cambiaba de posición para que los pudiera leer a través de un espejo», comentó Goyi.

Goyi Gómez junto a sus dos hijos después de recoger el galardón de la UCLM.

Cuando llegaba la época de los exámenes, ambos se sentaban al lado del otro para que él los pudiera hacer a través de un ordenador. Aunque el proceso no fue nada fácil, Víctor siempre ha estado muy agradecido por todo lo que su mamá y profesores han hecho por él y anima a toda la gente con discapacidad a seguir sus sueños.

«Merece la pena estudiar. Es bueno tener la mente ocupada y aprender cosas nuevas».

Por su parte, Goyi dijo que para ella era todo un reto estudiar a su edad, incluso llegaba a dormir solo tres o cuatro horas, pero dijo que sin duda sería una experiencia que volvería a repetir.

Goyi Gómez y su hijo, Víctor Cobo, después de graduarse juntos. /UCLM

Con 56 y 24 años respectivamente, ambos han logrado graduarse este año y no descartan poder emprender algo juntos, ya que ven complicado que una empresa los contrate.

Después de unas semanas, Goyi recibió la noticia de que la UCLM le estaba dando un reconocimiento por su «actitud ejemplar». Ella tenía claro que sin Víctor nada de lo que lograron hubiera sido posible.

El pasado 13 de septiembre ambos subieron al escenario para recibir el reconocimiento de su gran hazaña.

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