Se rieron de su bebé en Instagram por tener labio leporino, pero pronto el karma supo recompensarles

Publicado 9 febrero, 2017 por Alberto Díaz - Pinto
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Es muy fácil reírse de alguien a través de las redes sociales, y también muy cobarde, sobre todo cuando se trata de un bebé. Y es que parece que mucha gente tiene la afición -por llamarlo de alguna manera- de dedicarse a insultar y mostrar desprecio hacia otros, por el simple hecho de estar en posesión de algo que les hace diferentes a ellos. 

Sin embargo, a veces el karma puede actuar cuando menos lo esperamos, como les pasó a los protagonistas de la historia que os contaremos hoy.

Sarah Heller es una madre de 26 años que, cuando estaba en su vigésimo cuarta semana de embarazo, se enteró de que su hijo Brody vendría al mundo con labio leporino a través de una ecografía. 

El labio leporino es una afección congénita que consiste en una separación, total o parcial, del labio superior, originada por una fusión incompleta de los procesos maxilar y nasomedial durante el desarrollo del embrión. Se trata de algo que se da con bastante frecuencia en bebés, aunque se puede poner solución con una sencilla intervención quirúrgica a partir de los 3 meses.

Las madres que han tenido bebés con labio leporino siempre se han visto obligadas a defenderse de los comentarios y miradas ajenas. Por eso, Sarah comenzó a documentar el caso de Brody a través de su cuenta de Instagram, hasta poder reunir el dinero suficiente para su operación.

Ella pretendía que su caso sirviera como ejemplo y apoyo para otras madres cuyos bebés padecen esta malformación:

«Desde el principio quisimos publicar las fotos de la ecografía en las redes sociales para que todo el mundo viese cómo era y para concienciar a los demás sobre los entresijos de esta malformación», contaba esta madre en una entrevista para Today.

Pero no todos los mensajes y comentarios que recibieron fueron de apoyo y comprensión, sino que muchos aprovechaban la oportunidad para arremeter y faltar el respeto a un bebé recién nacido y, por consiguiente, a su familia. 

Pero la gota que colmó el vaso tuvo lugar el día de Año Nuevo, cuando Sarah se vino abajo tras leer unos comentarios que le hicieron descubrir lo crueles que pueden llegar a ser algunas personas

Su marido, con intención de animarla, decidió que sería buena idea que los tres salieran a cenar fuera. Mientras le contaba todo lo sucedido aquella tarde en las redes sociales, el camarero se acercó hasta la pareja y les dejó una servilleta doblada en la mesa que les invitó a abrir con una sonrisa. Dentro había una nota: 

«Para el precioso bebé»

El mensaje venía acompañado con un cheque con el dinero suficiente para cubrir los gastos de la operación de Brody. Absorta y emocionada, Sarah buscó a su misterioso benefactor por todo el restaurante, sin éxito. 

«Las lágrimas caían por mis mejillas y la felicidad que sentí en aquel momento no se puede explicar con palabras», confesaba.

La pareja utilizó el dinero para operar a Brody y, aunque todavía tiene que pasar por dos intervenciones más, su madre aseguró que la sonrisa de su hijo seguirá iluminándoles, independientemente de su aspecto. 

«Esto ha hecho darme cuenta de que todo sucede por algún motivo. No dudes en decir algo amable a un extraño cuando tengas oportunidad, pues podría ser el momento en que más necesiten oírlo»

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