Según los expertos, morderse las uñas podría indicar un especial rasgo de personalidad

Publicado 4 abril, 2017 por admin
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Puede parecer un hábito inofensivo pero la onicofagia, es decir, morderse las uñas puede tener consecuencias negativas para nuestra salud y vida social. 

Más que un mal hábito

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En el plano médico, los padrastros y heridas producidas a consecuencia de este mal hábito pueden infectarse o ser foco de contagio de diferentes enfermedades. Sobre todo en aquellos trabajos en que se manipule material biológico o comida. También existen problemas médicos o lesiones que pueden producirse en la cavidad oral. 

En el ámbito psicológico se considera que morderse las uñas es un hábito adictivo y difícil de controlar, pues se ha demostrado que tiene un efecto calmante sobre el organismo. De ahí que muchas personas que lo sufren padezcan ansiedad y estrés. 

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Sin embargo la ansiedad no es la única causa. Los especialistas apuntan que morderse las uñas puede tratarse también de un hábito aprendido por imitación de una figura de autoridad, padres o hermanos. Incluso un rasgo genéticamente heredado. Otras veces puede tratarse de un desorden autolesivo, igual que practicarse cortes o infringirse daño como castigo o recompensa. 

A todas estas causas, se une una nueva e inesperada, una personalidad perfeccionista. Según el estudio publicado en scincedirect-ElSevier sobre terapias del comportamiento y psiquiatría experimental, las personas perfeccionistas también muestran inclinación a padecer onicofagia. Pero no es la búsqueda de la perfección la que les impulsa a ello, sino la frustración ante las cosas que no son de su agrado. 

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El autor del estudio, el Dr. Kieron O’Connor, resume perfectamente este comportamiento:

“Creemos que los individuos con estas conductas repetitivas pueden ser perfeccionistas, lo que significa que no son capaces de relajarse y para realizar tareas a un ritmo normal”, dice el Dr. O’Connor en la investigación. “Por tanto, son propensos a la frustración, la impaciencia y la insatisfacción cuando no alcanzan sus objetivos.”

Seas un perfeccionista nato, te aburras o sufras ansiedad, debes saber que morderse las uñas de forma compulsiva nunca será una buena manera de resolver tus problemas. 

Se calcula que este trastorno afecta a un 20 o 30% de la población, sin importar su edad o rango social, pero además de las causas que les lleve a practicar este mal habito, la onicofagia también produce problemas de autoestima e imagen personal. Para los mordedores compulsivos, enseñar sus manos les pone en un estado de nerviosismo y vergüenza que aumenta su ansiedad e impulsa el hábito creando un círculo vicioso. 

Como cualquier otro problema médico, si crees que sufres de este desorden compulsivo, busca ayuda profesional y consulta con tu terapeuta y tu dermatólogo para lograr un tratamiento integral y regenerativo. 

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