¿Qué es la geoingeniería?
La geoingeniería es una disciplina que surge de las teorías científicas que abordan el problema del cambio climático formulando técnicas especialmente desarrolladas para influir en el clima terrestre para combatir el calentamiento global, y gracias a esta disciplina tenemos un as en la manga.
¿Hay marcha atrás en el calentamiento global? Nuestro as en la manga
El cambio ya ha comenzado, y la reducción de emisiones de efecto invernadero a la atmósfera solo ralentizaría el proceso. Muchos años deberían pasar sin emisiones a la atmósfera para que todo volviera a su estado original. Para evitar sus efectos, algunos científicos estiman que las emisiones mundiales de CO2 deben reducirse en al menos un 80 por ciento para fines de siglo.
Desde hace varios años, se está estudiando la repercusión de las emisiones de los volcanes en el clima del planeta. La medida propuesta pasaría por fumigar la atmósfera con dióxido de azufre. La geoingeniería ayudaría al enfriamiento mediante estas grandes nubes de sulfato cuyos efectos son casi instantáneos.
Un equipo de la Universidad de Rutges decidió realizar una simulación a nivel global para saber qué ocurriría si aplicamos la medida, pero lo más importante, qué consecuencias podría tener parar una iniciativa como esta.
Si lo usamos, no hay marcha atrás
El proyecto determina que habría que rociar cinco millones de toneladas de dióxido de azufre por año entre 2020 a 2070.
«Si alguna vez se detuviera abruptamente, sería devastador», explicaba Alan Robock, director del estudio «una vez que esté en marcha, no se podría parar porque “detener la geoingeniería sería una gran amenaza para el medio ambiente natural y la biodiversidad”. «Imagine grandes sequías o inundaciones en todo el mundo que puedan achacarse [fundada o infundadamente] a la geoingeniería y la exigencia de que se detenga ¿Podríamos arriesgarnos?» «Si alguna vez se detuviera abruptamente, sería devastador»
De tener que poner en práctica una técnica como esta toda nuestra vida cambiaría y estaría condicionada a una incógnita climática que no podemos predecir. Nuestra última carta es una muerte menos dolorosa. ¿Por qué tenemos que llegar a ella?
