Si padeces algunos de estos síntomas, tu cuerpo podría estar queriéndote decir algo muy importante

Publicado 24 febrero, 2017 por Alberto Díaz - Pinto
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Cada vez son más frecuentes las intolerancias a ciertos alimentos, como a los productos lácteos o al gluten. 

A pesar de que muchos prefieren mirar para otro lado cuando escuchan o leen algo sobre el tema, no hay que ignorar los graves problemas que pueden ser causados por la intolerancia al gluten. Esta no es un tipo de alergia como piensan muchos, sino más bien una condición del intestino que puede causar un impacto negativo en el bienestar y estilo de vida de cualquier persona. 

Cuando alguien es intolerante, las proteínas no digeridas de gluten permanecen mucho tiempo en los intestinos, siendo vistas por el cuerpo como un agente invasor, provocando su irritación y el aplanamiento de las microvellosidades a lo largo de la pared del intestino delgado. Sin esas microvellosidades, se tiene considerablemente una menor área para absorber los nutrientes de los alimentos.

Los signos más evidentes de una intolerancia a ciertos alimentos son diarrea y náuseas, pero en este caso también podrían sufrirse otros síntomas tales como:

Migrañas crónicas

Los dolores de cabeza pueden convertirse en una constante en las personas intolerantes al gluten. Mientras que no se asocia con un tipo específico de dolor de cabeza, el patrón se produce normalmente a menos de 30 a 60 minutos después de ciertas comidas.

Picazón en la piel

Si existe algún problema en el tracto digestivo, este a veces puede manifestarse externamente a través del picor y/o eczema, piel seca o irritada.

Fibromialgia 

También conocida como el reumatismo de las partes blandas, la fibromialgia es una enfermedad crónica se caracteriza por fuertes dolores en músculos, tendones y ligamentos. Estos síntomas son mucho más frecuentes en mujeres que en hombres. 

De acuerdo con muchos profesionales de la salud, evitar el gluten puede aliviar la fibromialgia.

Intolerancia a la lactosa

Las intolerancias al gluten y a los productos lácteos tienen síntomas muy similares, en ocasiones, las dos van de la mano. Por tanto, si la lactosa es ya un problema en tu dieta, entonces es probable que el gluten también lo sea. 

Los síntomas más importantes de la intolerancia a la lactosa son el ardor de estómago, sensación de hinchazón y la sensación de malestar general después de comer.

Fatiga crónica

Tiene mucho sentido que, cuando el cuerpo está fuera de control y la mente tiene altas y bajas, sintamos cansancio y estemos muy agotados.

Si dormís entre 8 y 9 horas por la noche y seguís sintiéndoos agotados, tal vez deberíais vigilar un poco más de cerca lo que estáis comiendo.

Cambios de humor

Si tu intestino no está contento con los alimentos que consumes, a continuación, tu cerebro tampoco lo estará. Las personas con intolerancia al gluten se encuentran a menudo inexplicablemente irritables, ansiosos o desconcertados.

Dolores de estómago

Este es uno de los avisos más recurrentes de nuestro cuerpo para advertirnos de que algo no va como debería. Si no comemos bien, o nuestro cuerpo no gestiona la comida como es debido, entonces nuestro estómago aporta sus quejas a través del dolor y las náuseas.

Mareos

Muchas personas con intolerancia al gluten experiencia confusión mental, desorientación, y una extraña sensación de mareo después de consumir alimentos que contienen gluten.

Ya sabes, si padeces alguno de estos síntomas o tienes sospechas de que podrías ser intolerante, no dudes en acudir al médico cuanto antes.

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