La curiosa solución para sacarte de la cabeza esa canción tan pegadiza que no dejas de tararear

Publicado 14 julio, 2020 por Elena
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A todos nos ha pasado alguna vez que de repente una canción o la melodía de un anuncio se nos queda en la cabeza y no para de sonar. Una y otra vez, la misma parte de la misma canción parece que no quiere parar. Cuando te olvidas de ella, sin venir a cuento, te encuentras tarareando la melodía de nuevo. Ya no tenemos que volver a esperar a que simplemente desaparezca, ya que un estudio ha revelado la solución definitiva para sacarnos de la cabeza esa canción tan pegadiza.

musica

Antes de nada, ¿podemos prevenir que se nos meta una canción en la cabeza?

Nuestra corteza auditiva, que es la parte del cerebro que procesa los estímulos auditivos, actúa como una memoria musical involuntaria. De ahí que cuando escuchamos solamente parte de una canción que ya conocemos, nuestro cerebro termine de reproducirla. Está demostrado que las tareas que dejamos a medias se recuerdan mejor que las finalizadas, lo que se conoce como efecto Zeigarnik. Por eso, para prevenir tener una canción metida en la cabeza, conviene escucharla hasta el final.

Los músicos recomiendan también evitar escuchar la misma canción en bucle y no escuchar música justo antes de dormir. Otra buena forma de sacarnos esa canción de la cabeza es hablar con un amigo, porque mientras socializamos nuestro cerebro no tiende a divagar.

¿Tendremos que leer o realizar algo complejo para concentrar nuestra atención en otra cosa? ¡Qué va! Es mucho más sencillo

Cuando intentamos controlar algún pensamiento intrusivo y persistente, como podría ser una canción pegadiza, tendemos a empezar a hacer muchas cosas, mantenernos ocupados y «pensar en otras cosas». Por paradójico que parezca, hay que hacer todo lo contrario. Permanecer relajado reduce nuestra actividad mental, lo que ayuda a dejar de dar vueltas sobre la misma melodía.

relajado

En relación a esto, un estudio de la Universidad de Reading, en Reino Unido, ha encontrado la que parece ser la solución definitiva: mascar chicle. Ya se había estudiado que la subvocalización irrelevante ayudaba a reducir el rendimiento de la memoria a corto plazo y, al parecer, masticar chicle es una actividad similar.

Para poner esto a prueba, se realizaron tres experimentos donde los sujetos eran expuestos a melodías pegadizas y unos mascaban chicle mientras que otros no.

chicle

Estos fueron los experimentos que llevaron a cabo

  • Experimento 1: los sujetos tuvieron que escuchar una popular melodía mientras mascaban chicle y, en primer lugar, se les pidió que no le prestaran atención. Después se les permitió atenderla. Tal y como esperaban, masticar chicle redujo el número de veces que procesaron la canción conscientemente, tanto cuando prestaron atención como cuando no lo hicieron.
  • Experimento 2: se centraron en la experiencia de «escuchar» y volvieron a demostrar que mascar chicle afecta a la experiencia de escucha música.
  • Experimento 3: con esta última prueba los investigadores quisieron comprobar si cualquier actividad motora (seguir el ritmo golpeando con los dedos) neutralizaba las melodías o si sólo funcionaban aquellas que utilizan movimientos de articulación (masticar). Efectivamente, los resultados demostraron que masticar chicle era mucho más efectivo.

chicle pompa

Ahora ya lo sabes: para deshacerte de esa melodía que no deja de sonar en bucle dentro de tu cabeza, no tienes que hacer complicados sudokus ni leer una novela con un lenguaje complejo. Basta con relajarte y masticar un chicle.

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