Dejó su trabajo para hacerse taxista y encontrar a su hija. Lo consigue 24 años después

Publicado 28 noviembre, 2019 por Olivia Martin
padre-taxista
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Era 1994, y como cada día, el matrimonio de Wang Mingqing y Liu Dengying fue a trabajar a la frutería que regentaban en Chengdu, China. Al igual que siempre, llevaban de la mano a su primogénita Qfieng de solo tres años. La jornada trajo consigo las mismas rutinas, pero esa vez algo fue diferente. Unos minutos antes de acabar, su hija no aparecía por ningún lado. «Fueron solo cinco minutos y, al darme la vuelta, estaba desaparecida», recordó Wang. La pequeña simplemente desapareció.

Han pasado desde entonces 24 largos años y la búsqueda, de la ya no tan pequeña, por fin ha terminado. Qifeng ha sido encontrada y todo gracias a la tenacidad de sus padres. Fue un largo tiempo en el que se entristecieron y desesperaron, pero estas no fueron razones suficiente para dejar de buscarla.

Buscaron a Qfieng durante años por la ciudad y alrededores, toda China estaba pendiente de los avances de la historia. Pusieron anuncios en la prensa, en la televisión e hicieron llamamientos por internet. Nunca se mudaron de Chengdu por si regresaba.

Tenacidad y perseverancia, son las palabras que caracterizan a estos dos padres que no se rindieron. Cualquier otro en su situación habría tirado la toalla en su lugar al cabo de los años.

¿Cuál fue la estrategia para hallarla?

En 2015 habían pasado casi 21 años de la desaparición, incluso ya tenían otra hija, pero ni rastro de su primogénita. Es entonces cuando él decide cambiar su profesión de frutero y hacerse taxista. Hay quienes se hacen taxistas por necesidad: Wang lo hizo por estrategia. En el vidrio de atrás del vehículo puso un cartel pidiendo información sobre su hija, y a cada pasajero que se subía le daba una tarjeta con datos sobre Qifeng (llegó a repartir 17.000). Como no tenía fotos de ella, usó una de la hermana de esta, quien se parecía mucho.

La esperanza de ese padre era que su hija un día parase el taxi

Con el tiempo la búsqueda adquirió un interés mediático y empezaron a circular noticias, entrevistas, etc. Se hicieron exámenes de ADN a miles de jóvenes y todos fallidos. Fue un día, que un dibujante de la policía, interesado en el caso, realizó un retrato sobre cómo sería la pequeña ahora. Dibujo que se divulgó tanto que alcanzó a Kang Ying, una joven que vivía a 3.000 kilómetros de la ciudad, que se parecía mucho y tenía la cicatriz en la frente que tanto mencionaba la familia. Se somete a las pruebas de ADN y, dan positivas. Es ella la pequeña desaparecida. La búsqueda ha terminado.

¿Dónde estaba Qifeng durante todo ese tiempo?

La pequeña fue criada a tan solo a 20 kilómetros de sus padres. No ha dado detalles de cómo se separó de estos, pero sí confesó que quienes la criaron le dijeron que era adoptada.

Muchos datos oficiales afirman que cada año decenas de miles los niños se raptan y venden para su adopción en la nación asiática.

El deseado encuentro:

El pasado lunes hablaron por primera vez padres e hija, y el martes, Kang Ying, quien vive en el norte de la provincia de Jilin, voló a Chengdu con su esposo, hijo e hija para encontrarse en persona con su familia en el aeropuerto de Chengdu delante de toda China. ¿Qué le dice un padre a su hija después de buscarla durante más de dos décadas? “Papá te quiere. Papá está aquí. No tienes que preocuparte por nada”, le confesó emocionado Wang a su pequeña Qfieng.

Aquí puedes ver el vídeo del esperado momento

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