El concepto de arte es algo que lleva enfrentando a la humanidad desde la aparición de las vanguardias. Estos movimientos fugaces fueron los que permitieron que el arte trascendiese el mero objeto físico y se convirtiese es una serie de conceptos sin límites establecidos.
Hoy en día, casi cualquier cosa puede ser considerada arte y eso es, en parte, bueno, ya que los creadores pueden dar rienda suelta a sus inquietudes artísticas sin necesidad de ceñirse a unos patrones concretos.
Una de las formas de arte que más triunfan entre los artistas modernos son las performances y las instalaciones artísticas. Estos 2 tipos de arte tienen en común que no son «vendibles» en el sentido estricto de la palabra. Hoy, os traemos una obra de arte que pertenece al segundo tipo, el de las instalaciones.
Leandro Erlich es el creador de esta obra de arte titulada «Swimming Pool» (Piscina), que se encuentra permanentemente en el 21st Century Museum of Art of Kanazawa, en Japón.
Concebida en 1999, esta instalación permite a los visitantes del museo mirar hacia abajo en una piscina aparentemente llena de agua, mientras que otros asistentes se pasean por el fondo de la misma. El efecto que produce es que las personas que se encuentran fuera de la piscina tienen la sensación de que la gente que está dentro de la misma se encuentra vestida y paseando por el fondo acuático.
Igualmente, las personas que se encuentran en el interior de la piscina perciben a sus observadores con un aspecto borroso, como si realmente estuvieran debajo del agua. Este efecto óptico se consigue mediante una lamina de cristal colocada sobre la pileta que soporta una leve capa de agua.
La instalación interactiva es bastante divertida y crea la ilusión de estar bajo el agua pero permaneciendo totalmente seco.
Fuente: Twistedsifter, LifeBuzz. Traducción y adaptación Lavozdelmuro.net
