Con 15 años recién cumplidos, Alex Powell congeló su esperma bajo la dirección y consejos de su madrastra. Puede sonar extraño, pero Alex había sido diagnosticado de cáncer y debía someterse a quimioterapia.
Patricia, su madrastra, había estado informándose de los posibles efectos secundarios del tratamiento, siendo una de ellas en raras ocasiones, la infertilidad.
Pensando en su hijastro, Patricia decidió hacer frente a una incómoda conversación con el adolescente para visitar una clínica de esperma y hacer un depósito. Completamente avergonzado, el joven accedió olvidándose de esta anécdota durante los años siguientes.
Hoy, 23 años después de aquel incómodo suceso familiar, Alex se encuentra profundamente agradecido hacia su madrastra, pues gracias a ella ha conseguido un milagro.
Madrastra previsora, vale por dos
Solo tenía 15 años cuando Alex Powell, natural de Melbourne, Australia fue diagnosticado con linfoma de Hodgkin.
La vida se complicaba muchísimo para este joven adolescente, quien debía someterse a quimioterapia de forma inmediata.
Entre los pasillos del hospital, su madrastra encontró a la madre de otro paciente de cáncer cuyo tratamiento había impedido su correcto crecimiento y maduración.
Siendo la infertilidad una posibilidad poco probable, la madrastra prefirió ser precavida y convencer a su hijastro para hacer un depósito de cara al futuro.
Tras el tratamiento, Alex entró en remisión y superó el cáncer. El joven continuó con su vida sin hacer mucho caso a su depósito.
En 2013 contrajo matrimonio con Vi, con el deseo de formar una familia. Sin embargo, los meses pasaron y la pareja tenía problemas para concebir. Las pruebas médicas revelaron que Alex había quedado estéril. Fue en ese momento, cuando Alex recordó el depósito de esperma que había realizado antes de su tratamiento.
Con el temor de que los 23 años transcurridos hubieran dañado la calidad o validez de su material genético, Alex y Vi se pusieron en manos de un equipo de profesionales.
Unos meses después nació Xavier, su primer hijo y el bebé más antiguo del mundo.
Y es que el esperma de Alex ha sido la muestra más antigua utilizada con éxito en un tratamiento de fertilidad in vitro. Un récord que no parece importar a sus progenitores, quienes solo se sienten satisfechos y felices de haber podido cumplir su sueño de formar una familia.
Algo que han conseguido gracias al buen juicio de Patricia, su madrastra, a quien le están profundamente agradecidos.
Fuente: littlethings.com
