Un susto mayúsculo, tremendo, superlativo. Así podríamos describir el suceso vivido durante la grabación de un documental sobre tiburones en alta mar. Y es que, mientras el cámara subacuático se encontraba grabando encerrado en la jaula de seguridad, un tiburón de metro y medio de largo ha logrado entrar en su interior.
No sabemos cómo lo ha conseguido, pero el escualo ha logrado deslizarse entre los barrotes de acero con relativa facilidad, creemos que a través del hueco horizontal destinado al cámara.
El tiburón ha quedado atrapado junto con el buceador en el interior de la jaula, mientras los miembros del equipo entraban en pánico ante la presencia de sangre en el agua. Tras un par de angustiosos segundos, el tiburón ha logrado salir por la puerta superior del habitáculo, visiblemente nervioso y sin dejar de lanzar dentelladas a su paso.
Temiendo lo peor, la tripulación ha tratado de rescatar al buzo, justo en el momento en que este ha emergido por sí mismo de la jaula.
A pesar de la agitación, el buzo ha permanecido inmóvil dentro de la jaula siendo totalmente ignorado por el asustado tiburón, quien estaba más preocupado por escapar que por alimentarse.
La sangre que puede apreciarse en el video parece provenir de la carnaza empleada por el equipo para atraer a estos animales. Así pues, todo ha quedado en un susto. Eso sí, las imágenes son tan impresionantes que no podrás verlas solo una vez.
No alegramos enormemente de que el cámara se encuentre en perfecto estado, pero aprovechamos para denunciar a su vez las malas prácticas llevadas a cabo por parte del equipo de grabación. Pues para evitar este tipo de accidentes, está totalmente prohibido utilizar carnaza cerca en las jaulas, algo que muchos camarógrafos prefieren ignorar para lograr así unas imágenes más impactantes.
Este tipo de práctica, pone en peligro a tiburones y humanos y por igual y por ello queremos remarcar la importancia de cumplir con las normas de seguridad.
Fuentes: earthtouchnews.com y Great White Shark Cage Breach Accident
