Descubre qué tipo de madre o padre eres y qué consecuencias tiene sobre tus hijos

Publicado 25 mayo, 2020 por Vanessa P.
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Cada padre y madre tiene su propia manera de tratar a sus hijos y de educarlos. En cambio, existen características comunes en la forma de criar a los niños que permiten que podamos clasificar a sus progenitores en diferentes tipos según las actitudes que tengan con sus hijos. En general, esto se divide dependiendo del grado de comunicación, el afecto, y el control que demuestren hacia los niños. Es indudable que el papel de los padres y madres afecta notablemente en cómo será la personalidad de sus hijos tanto a lo largo de su infancia como una vez sean adultos. Incluso afectará a la manera en que éstos se relacionarán con los demás, y con sus propios hijos.

A continuación te mostramos los cinco tipos de madres y padres más comunes que existen, y cuáles son algunas de las consecuencias de sus comportamientos y actitudes hacia sus hijos. Quizás te reconozcas en algún caso, o se te vengan a la cabeza tus propios padres al leer este artículo…

1. Madre o padre asertivo: El equilibrio perfecto

madre asertiva

Los padres y madres asertivos son afectuosas y cálidos, al mismo tiempo que establecen normas que los niños entienden y que están adaptadas a su edad.  Son comunicativos con sus hijos, tolerantes y respetuosas, aunque no dejan de hacer críticas constructivas para que el niño aprenda. Guían y supervisan, pero dejan que el niño sea autónomo y lo animan a hacer cosas por sí mismo según va creciendo.

¿Cómo son los hijos de estas madres? Según Consumer, suelen ser personas perfectamente capacitadas para tener una vida normal en sociedad. Empatizan con los demás, tienen un buen nivel de autoestima y son seguros de sí mismos.

2. Padre o madre sobreprotectora

madre sobreprotectora

Los padres o madres sobreprotectores piensan que serlo supone renunciar a cualquier cosa, y están dispuestos a dedicar todas sus energías a ello. Exigen mucha atención, y también tienen muchas expectativas puestas sobre sus hijos. La figura de uno de los integrantes de la pareja suele estar en la sombra, mientras que el otro intenta controlar y evitar que a sus hijos les pase cualquier cosa, manteniéndolos siempre a su lado o monitoreados.

Los hijos de padres o madres sobreprotectores acaban sientiéndose sofocados y perpetuando una relación amor-odio hacia sus madres. Según Psicoadvisor, esto puede crear dos posturas opuestas: Que los hijos idealicen a sus padres y los mantengan a su lado, o que escapen de ellos.  En general, los hijos de padres sobreprotectores tienen más dificultades para ser totalmente independientes y organizar sus vidas, y más probabilidades de desarrollar alguna adicción.

3. Padre o madre autoritaria

madre autoritaria

Imponen disciplina a sus hijos y basan su relación en el cumplimiento de reglas y órdenes. Suelen ser poco cariñosos y bastantes críticos con las malas acciones de los niños, aunque no valoran tanto cuando éstos hacen algo bien. El exceso de control que tienen sobre sus hijos hace que éstos apenas tengan iniciativa y que vivan presionados a cumplir con lo que sus padres esperan de ellos.

Los hijos de los padres autoritarios son personas con la autoestima baja y bastante inseguros a nivel social. Se sienten culpables si no son capaces de satisfacer los deseos de sus padres, o de las demás personas en general, y son propensos a tener problemas para gestionar la ira y la agresividad, según un estudio.

4. Padres o madres permisivos

madre permisiva

Las padres o madres permisivos no ponen normas ni límites a sus hijos, y no intentan controlar tampoco su comportamiento. Suelen ser bastante cariñosos con los niños, y comunicarse con ellos de manera fluida, casi como si fueran amigos. Pasan mucho tiempo con ellos y comparten sus actividades.

Los hijos de las padres y madres permisivos son entusiastas y afectivos, pero también impulsivos. Son más inmaduros e indisciplinados y tienden a no trabajar de forma constante en sus tareas. Además, con el tiempo, la falta de límites y normas puede irse de las manos y traer problemas. Curiosamente, según un estudio de la Universidad de Valencia, la permisividad de la madre tiene influencias más negativas sobre los hijos que sobre las hijas.

5. Padres o madres indiferentes

madre ausente

Los padres y madres negligentes cuidan poco de sus hijos y están más centradas en otros ámbitos de su vida cotidiana, normalmente el trabajo o la pareja. Por ello, delegan la responsabilidad de cuidar y educar a sus hijos a otras personas, normalmente el padre, la madre, los abuelos u otros familiares. No existe un consenso entre el adulto y los cuidadores del niño para ponerle límites y normas, sino que cada uno actúa a su manera. Tampoco son personas afectuosas ni comunicativas, así que los niños crecen sin tener un diálogo con sus padres.

Los hijos de los padres y madres negligentes carecen de un referente emocional que les demuestre afecto, y terminan mostrando comportamientos complacientes y pasivos, según un estudio. En muchos casos, el otro integrante de la pareja tampoco cumple con su papel en la educación, y terminan sin ningún modelo al que seguir. Los niños terminan teniendo un bajo nivel de autoestima y son más vulnerables a abandonar los estudios y a sufrir alguna adicción a lo largo de sus vidas.

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