Ayer éramos testigos del curioso comportamiento de un grupo de delfines al ver por primera vez una ardilla, que no era otra cosa que el resultado del aburrimiento de vivir confinado en un tanque de dimensiones reducidas.
Hoy, en contraste con las imágenes de ayer, queríamos mostraros de lo que es capaz un animal cuando verdaderamente se siente feliz.
En el vídeo que viene a continuación, conoceréis a un toro llamado Moisés quien, a pesar de sus más de 700 kg de peso, se lo pasa en grande jugando con una pelota gigante.
No solo la empuja con su hocico, sino que además salta de alegría y felicidad por lo bien que se lo está pasando. Unas imágenes entrañables que te nos recuerdan lo gratificante que es poder ver a estos animales así, y no en zoológicos, circos o granjas de hacinamiento. ¡No te lo pierdas!
