Una amiga mía dice que hay dos tipos de personas en la vida: las que duermen con calcetines y las que no. La clasificación aunque válida no es única; pero es lo que tiene la dicotomía, que te permite encasillar a las personas en dos grupos opuestos.
Altos y bajos, buenos y malos, despistados y detallistas, estas etiquetas nos clasifican, algunas de ellas de forma injusta y otras muy acertada. En el trabajo, por ejemplo, hay personas muy desastres y otras meticulosas y ordenadas, como nuestro protagonista de hoy: un técnico en telecomunicaciones al que, nada más incorporarse a su puesto de trabajo, le encargaron solucionar el marrón de un compañero anterior. No te lo pierdas.
Cuando abrí la caja de conexiones, no sabía por dónde empezar
Era imposible encontrar nada y por eso empecé a agrupar los hilos en hebras
Había 32 hebras de 27 hilos cada una, lo que hacen un total de 864 minúsculos cables totalmente enredados entre sí.