El mensaje en la tumba de un militar gay que ha hecho que nos interesemos por quién fue

Publicado 18 noviembre, 2019 por Vanessa P.
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Esta lápida que se muestra a continuación pertenece a un militar gay que luchó por el bando estadounidense en la guerra de Vietnam. A día de hoy, es un recordatorio conmovedor de la homofobia a la que se enfrenta la comunidad LGTB a diario, tanto en el plano personal como en el profesional. Leonard Matlovich, que así se llamaba el veterano, organizó su propio entierro en el Cementerio del Congreso, y diseñó su propia lápida, en la que aparece un mensaje conmovedor.

Leonard Matlovich fue un militar gay que decidió admitir abiertamente su orientación sexual

Probablemente, si Leonard Matlovich no hubiera desvelado públicamente su homosexualidad a los oficiales de la Fuerza Aérea, se hubiera retirado y hubiera caído en el olvido. En cambio, el 6 de marzo de 1975, tras 12 años de servicio militar, escribió y entregó una carta a su comandante, en la que admitía abiertamente que era homosexual. En mayo de ese mismo año, Matlovich se convirtió en el foco de atención de los medios, algo que duraría cinco años más.

El siglo XX fue muy duro para las minorías. Para miles de personas del colectivo LGTB, expresar su orientación o identidad sexual era impensable, sobre todo en los 25 años que transcurrieron tras la Segunda Guerra Mundial.

Una noche de junio de 1969, las cosas cambiaron. La policía decidió hacer una redada rutinaria en el Stonewall Inn, un club gay privado de Greenwich Village, Nueva York. Allí se encontró, inesperadamente, con un grupo de hombres gays que decidieron defenderse ante la injusticia de ser atacados por su orientación sexual. En esa ocasión, los allí presentes corrieron el riesgo de que sus identidades se hicieran públicas y de perder sus trabajos, distanciarse de sus familias o ser apalizados y asesinados por radicales.

Casi seis años después, Matlovich reveló su sexualidad. En ese momento el movimiento por los derechos de los homosexuales aún acababa de nacer. Sorprendentemente, la revista Time le dedicó su portada de septiembre de 1975. El titular era, en letras grandes y negrita, «Soy homosexual. El movimiento gay hacia la aceptación.»

La vida de Matlovich no fue precisamente sencilla

Leonard Matlovich nació el 6 de julio de 1943 en el estado de Georgia. Fue el único hijo varón de un sargento de carrera de las Fuerzas Aéreas, lo que hizo que se pasara toda su infancia viviendo en bases militares, sobre todo al sur de Estados Unidos. Él y su hermana fueron criados bajo las creencias de la Iglesia Católica, por lo que su juventud tampoco fue fácil. El propio Matlovich declaró a la revista Time:

«Yo solo era un niño que crecía en las bases de Georgia y Guam, que quería ser militar y que estaba preocupado por sus inclinaciones sexuales.»

A pesar de sus conflictos internos, Leonard decidió con 19 años seguir los pasos de su padre. Según él mismo admitió, se había convertido en un racista blanco y en un gran patriota orgulloso de su bandera. No mucho después de esto se alistó en la armada estadounidense y se ofreció para cumplir servicio en Vietnam. Tras tres turnos de servicio, resultó herido de gravedad al pisar una mina. Por su valentía, fue condecorado en varias ocasiones.

Cuando escribió la carta declarándose homosexual, Leonard llevaba 12 años prestando servicio

En 1975, Matlovich llevaba ya 12 años prestando servicio. Además de sargento técnico de la base Langley de las Fuerzas Aéreas en Hampton, Virginia, también fue consejero de relaciones interraciales y abuso de drogas. Durante esos años, irónicamente, intentó suprimir las inclinaciones homosexuales entre los militares, algo que consideraba aberrante, y se unió a los compañeros de servicio que se burlaban de la homosexualidad.

Afortunadamente, su forma de pensar sobre las orientaciones sexuales y las diferencias raciales fue cambiando con el tiempo. En el trabajo, tenía compañeros de raza negra que ocupaban puestos inferiores, iguales y superiores al suyo. Poco a poco, los estereotipos que tenía grabados en su cabeza se fueron derribando al trabajar con todo tipo de personas.

Mitlovich comenzó a frecuentar locales de ambiente gay tras formarse como instructor de relaciones interraciales

Leonard Matlovich se había envuelto en un programa de relaciones entre razas en Penascola, Florida, y allí se convirtió en instructor. Fue en ese momento cuando comenzó a frecuentar bares de ambiente gay. Allí, conoció a personas que ocupaban posiciones importantes y a otras de a pie que eran homosexuales, aunque a simple vista no pudieran parecerlo.

En primer lugar, decidió salir del armario con sus allegados, pero continuó ocultándoselo a sus superiores en el ejército. Poco a poco, Matlovich se percató del paralelismo existente entre la persecución que sufrían los afroamericanos y la que sufría el colectivo LGTB. Para él, esto comenzó a ser un problema que implicaba la desigualdad de derechos civiles. Entonces, decidió declararse como abiertamente homosexual ante sus jefes entregándoles una carta.

Confesó a sus superiores que él no era el único militar gay que lo había ocultado por miedo

A pesar de que Leonard le indicó a su jefe que sería mejor que se sentara antes de leer la carta, éste no lo hizo hasta que ya conocía su contenido. Matlovich aclaró a su capitán, además, que él no era el único militar gay. La armada estaba llena de homosexuales que ocultaban su orientación sexual pero frecuentaban los mismos locales de ambiente gay que él.

La cuestión de la homosexualidad en la armada fue tratada después de la confesión de Matlovich. A pesar de haber sido apoyado por diferentes consejeros y abogados, terminó perdiendo su puesto en la armada estadounidense.

La reacción de sus padres tampoco fue positiva. En aquella época y bajo la influencia de la Iglesia Católica, la homosexualidad parecía un castigo divino. Finalmente, no les quedó otra opción que aceptar a su hijo tal y como era.

A pesar de estos desencuentros, Matlovich se mudó a San Francisco y se convirtió en un héroe nacional de la lucha por los derechos de la comunidad LGTB. En 1988, con solo 44 años, Leonard Matlovich falleció de sida. Antes, había diseñado su propio funeral y su epitafio. En él, dejó escrito el siguiente mensaje:

«Un militar gay de Vietnam.

Cuando estaba en el ejército, me dieron una medalla por matar a dos hombres y un despido por amar a uno.»

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