Encontrado el lugar en el que se construyó la tumba de Tutankamón

Publicado 4 noviembre, 2019 por Quique Zamorano
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Un grupo de arqueólogos egipcios ha hallado dos momias más localizadas en el Valle de los Reyes de Egipto, a pocos metros de donde se encuentra la tumba del faraón más famoso de todos los tiempos, Tutankamón. Pero la verdadera noticia que el Ministerio de Antigüedades ha querido destacar es que han logrado desenterrar varios talleres en los que los constructores del Antiguo Egipto edificaron el enorme complejo arquitectónico de las pirámides, según informa ‘Live Science’.

Egipto Excavaciones Valle de los Reyes

La zona de las excavaciones, al oeste del Valle de los Reyes. (Ministerio de Antigüedades de Egipto)

Los científicos hallaron nuevas áreas en las que los constructores de la época almacenaban sus materiales, además de escritos en los que detallan su vida diaria e incluso un artefacto «bastante inusual» que los obreros podrían haber usado para trasladar muebles y recursos. Así, más que de un taller, la prensa internacional y el Ministerio que ha dado a conocer la noticia lo califican como «un conjunto de talleres» o «polígono industrial» del Antiguo Egipto, localizado en la sección occidental del Valle de los Reyes, muy cerca de la antiquísima ciudad de Luxor. 

Un gran complejo industrial

Este complejo incluye zonas destinadas a pintar cerámica o para fabricar muebles y oro limpio, según explicó el líder de la expedición, Zahi Hawass, exministro egipcio de Antigüedades, durante una rueda de prensa. Muy cerca de este lugar, los arqueólogos también encontraron una zanja de unos cinco metros de profundidad que bien podría haber sido utilizada como foso para almacenar diferentes tipos de artículos, muebles y materiales pesados. Pero también alimentos y objetos empleados en la técnica de momificación: restos de cebollas, higos, sábanas y trozos de telas. 

vasijas antigüedades egipto

Dos vasijas encontradas durante las excavaciones. (Ministerio de Antigüedades de Egipto)

Hawass y su equipo también halló un trozo de madera de casi un metro de largo con forma de tenedor de dos puntas con una inscripción jeroglífica que dice «señor de las dos tierras». Dicho artefacto, según los arqueólogos, podía haber sido usado «como carretilla elevadora para sostener los muebles y colocarlos dentro de las tumbas».

Egipto Excavaciones

Excavaciones al oeste del Valle de los Reyes. (Ministerio de Antigüedades de Egipto)

El abuelo del Niño Rey

Del mismo modo, se hallaron restos de estructuras utilizadas para hornear pan, moldear cerámica y almacenar agua. También dos anillos, uno de los cuales tiene el nombre inscrito de Amenofis III, un faraón cuya tumba se encuentra en el valle occidental, y otro anillo que según sospechan puede pertenecer a una reina. Hawass aseguró a la prensa que espera encontrar en sucesivas excavaciones tumbas aún desconocidas de los miembros de la familia de Amenofis III, abuelo del gran Tutankamón.

Busto de Amenofis III (Wikipedia)

Busto de Amenofis III (Wikipedia)

A pocos metros del sarcófago de Ramsés VII, los arqueólogos también se dieron de bruces con los restos de 40 chozas pequeñas, que tienen una antigüedad de unos 3.300 años, y que según los especialistas, se trataba de cobertizos para almacenar herramientas de los encargados de labrar las tumbas, aseguró Hawass. «Esperamos que algún día podamos encontrar tumbas reales o privadas (no descubiertas) en el valle», aseguro Khaled al-Anani, actual ministro de Antigüedades de Egipto, en declaraciones recogidas por ‘Live Science’. «Se espera que las excavaciones duren muchos más años».

La maldición de Tutankamón

«Veo cosas maravillosas». Estas fueron las tres famosas palabras pronunciadas por el investigador Howard Carter en 1922 nada más descubrir la necrópolis en la que descansaba el célebre Tutankamón en el Valle de los Reyes. Casi un siglo después, su leyenda permanece inalterable atrayendo a miles de arqueólogos e historiadores de todo el mundo. Se cree que existen infinidad de maldiciones dirigidas a todo aquel que perturbe la tumba de un antiguo faraón. En la actualidad, la del Rey Niño es la que está mejor conservada de todas las encontradas hasta la fecha.

El investigador Howard Carter abriendo el ataúd en el que se encontraba Tutankamón. (Wikipedia)

El investigador Howard Carter abriendo el ataúd en el que se encontraba Tutankamón. (Wikipedia)

Días después del hallazgo de Carter, comenzaron a morir muchos de los cuales habían visitado la cámara real en la que descansaba el sarcófago del faraón desde hace 3.300 años. Uno de los fallecimientos más sorprendentes y conocidos es el de Lord Carnavon, quien financió la expedición de Carter. Cuatro meses después de haber abierto la tumba, fue picado por un mosquito, un suceso al parecer trivial y nada mortal. Pero al afeitarse, se cortó la picadura y esta se infectó, extendiéndose un septicemia por todo su cuerpo.

Fotografía de Lord Carnavon. (Wikipedia)

Fotografía de Lord Carnavon. (Wikipedia)

A los pocos días, Lord Carnavon murió de una neumonía. En aquellos tiempos este tipo de enfermedades resultaba de alto peligro, ya que no se había extendido el uso de antibióticos y solo pudieron administrarle suero. Una de las leyendas más populares es que a la misma hora de la muerte de Carnavon, su perra Susie, que se encontraba en Londres, dio un aullido y murió. También que hubo un gran apagón en la ciudad egipcia de El Cairo. 

Sin embargo, todas estas historias no dejan de ser resultado de la explotación mediática de un caso que atrajo a los diarios sensacionalistas británicos de la época. Muchos afirmaron que en las antecámaras a la de Tutankamón había escrita una maldición que decía: «La muerte vendrá sobre alas ligeras a aquel que moleste la paz del faraón». Las muertes no se dejaron de suceder.  Por ejemplo, la del hermano de Carnavon, Audrey Herbert, quien estuvo presente a la hora de abrir el sarcófago, y que falleció en circunstancias extrañas nada más regresar a Londres.

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