Las palabras se las lleva el viento… y el agua, la temperatura, el fertilizante, la tierra y otros compuestos. Eso es lo que se deduce de este inteligente invento, el Tree T-Pee, un contenedor protector para árboles en crecimiento.
El Tree T-Pee es una especie de sombrero de plástico que, colocado en la base y alrededor del tronco, protege al árbol del frío y la sequía.
Su campana protectora evita que el aire frío congele las raíces y que la luz del sol evapore el agua de riego.
Sus creadores afirman que su producto marca la diferencia, siendo capaz de reducir el consumo de agua, fertilizante y combustible hasta en un 90%.
Según las pruebas realizadas, su uso también impulsa el crecimiento de la plantación hasta un 30%.
Inventado por un agricultor para agricultores
Desde pequeño, John G. George, ayudó a su padre en el cuidado de su gran plantación de cítricos en Florida. Recuerda que, al llegar el invierno, pasaba horas y horas de trabajo rodeando los árboles jóvenes de tierra para protegerlos del frío de la noche, para a la mañana siguiente, tener que retirar esa misma tierra para permitirles que captarán el calor del sol.
Cansado de este pesado ciclo, George ideó un sistema en forma de cono que realizaba la misma función y que podía ser colocado y retirado sin apenas esfuerzo
El tiempo pasó y George propuso a su padre fabricar algo más permanente, un cono que nunca tuviera que ser retirado y, que a la vez, proporcionase agua y fertilizante. Su padre descartó la idea porque el agua era muy barata y nadie pagaría por algo así, pero las cosas en Florida han cambiado. Con la sequía arreciando, el invento de George tiene más sentido que nunca.
Ahora este mini invernadero no solo protege a los árboles jóvenes (de 1 a 5 años) de las inclemencias, también redirige el agua a través de un «baño de vapor» que eleva la temperatura unos 10 grados y proporciona el fertilizante justo y necesario para su crecimiento.
Con respecto al cultivo tradicional sin T-Pee, este sistema ahorra un 90% de agua y asegura el aprovechamiento del 100 %del agua de riego. Y lo mejor de todo, es relativamente económico (10$) y dura más de 20 años. Parece que las ideas más sencillas son siempre las mejores.
