En la Parroquia de la Inmaculada Concepción, en Jaén (España), un párroco ha querido tener su momento de gloria durante una de las comuniones. La iglesia estaba llena y además grababa la televisión local.
Hace tres décadas «a lo mejor un hombre se emborrachaba y llegaba a su casa y le pegaba a la mujer, pero no la mataba como hoy. Hoy es que la mata. O él a ella o ella a él. ¿Por qué? Porque antes había un sentido moral y hoy no lo hay. Antes había unos principios cristianos y antes había unos valores. Y antes se vivía los mandamientos y una persona tenía una formación cristiana, y aunque se emborrachara, sabía que había un quinto mandamiento que decía no matarás».
– Dijo el párroco.