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Un granjero belga mueve una piedra para pasar con su tractor y era la que delimitaba la frontera

Como todos sabemos, las fronteras son esas líneas imaginarías que delimitan y separan un país de otro. Asimismo, también son las líneas divisorias que marcan el lugar de aplicación del ordenamiento jurídico, costumbres, cultura e idioma de cada región.

A lo largo de la historia ha habido muchas contiendas precisamente por este tema. Cuando terminaba el conflicto bélico, las fronteras cambiaban favoreciendo a una u otra nación, pues una o varias conseguían ampliar su territorio, mientras que otras se veían reducidas.

Por tanto, el tema fronterizo es algo serio que más vale no perturbar o podríamos ocasionar, sin quererlo, un incidente internacional, tal y como ha ocurrido recientemente en la frontera entre Bélgica y Francia.

Un agricultor belga movió una piedra fronteriza sin saberlo, haciendo Francia 297.2897 m² más pequeña

Facebook / David Lavaux

Un agricultor de Bélgica ha provocado un incidente internacional al volver a dibujar sin querer la frontera entre Bélgica y Francia. Al parecer, el granjero movió una piedra que llevaba más de 200 años delimitando la frontera porque estaba bloqueando su camino.

El agricultor belga, aparentemente molesto por la piedra en el camino de su tractor, movió la roca dentro del territorio francés, haciendo Francia más pequeña y Bélgica más grande.

Los dos países comparten una frontera de 620 Kilómetros, establecida tras el Tratado de Kortrijk, firmado en 1820 después de la derrota de Napoleón en Waterloo 5 años antes. Casi 50.000 soldados murieron en la batalla que determinaría la frontera. Así pues, la piedra movida por el granjero se remonta a 1819, cuando se marcó la frontera por primera vez.

El alcalde del pueblo belga de Erquelinnes, David Lavaux, dijo: «hizo que Bélgica fuera más grande y Francia más pequeña, y eso no es una buena idea. Estaba feliz, mi ciudad era más grande«, bromeó el alcalde belga entre risas, «pero el alcalde de Bousignies-sur-Roc no opina lo mismo«, agregó.

Posibles consecuencias entre naciones

Las autoridades belgas locales planean ponerse en contacto con el agricultor para pedirle que devuelva la piedra a su ubicación original. De no sucederse, el caso podría terminar en el Ministerio de Relaciones Exteriores belga, que tendría que convocar a una comisión fronteriza franco-belga, inactiva desde 1930.

Lavaux señaló que el agricultor también podría enfrentarse a cargos penales si no cumple. Asimismo, también dijo que si mostraba buena voluntad, el hombre no tendrá ningún problema y que el asunto se resolverá de manera amistosa.

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