Famosas son las historias que circulan en internet sobre inseguridades de pareja, amores imposibles y castigos ingeniosos.
La mayoría de ellas explican, con todo lujo de detalles, cómo la parte agraviada encuentra una forma inteligente de vengarse, normalmente de su cónyuge.
Lo cierto es que la mayoría de las parejas no tienen la oportunidad de hacerles pagar por sus malas acciones, pues las infidelidades suelen pasar totalmente desapercibidas.
Sin embargo, el tiempo pone a cada uno en su lugar, y a veces el destino y la suerte se encargan de todo, como ocurre en la siguiente historia.
Los espaguetis.
Durante años él la estuvo engañando, pero fue muy cuidadoso, o al menos eso creía. Su amante era una mujer italiana, a la que siempre prometía que abandonaría a su esposa, pero ese día nunca llegaba.
Una noche, su amante le confesó que estaba embarazada. Habían llegado al final del camino.
Ella no quería renunciar a su bebé y a él lo único que le importaba es que su reputación no fuese manchada.
Llegó a un acuerdo con ella, a condición de que volviese a Italia. Si todo continuaba en secreto, le daría dinero para comenzar una nueva vida, y se haría cargo de todos los gastos y alimentos hasta que el niño cumpliera 18 años. Eso sí, no debería llamarle nunca por teléfono.
Llegado el momento del parto, la mujer debía enviar una postal con la palabra «espagueti» escrita. De esta forma, él sabría que el niño habría nacido, y comenzaría a enviar los pagos.
Nueve meses después, su mujer llegó a casa con la correspondencia en la mano.
– Cariño, has recibido una postal extrañísima hoy. Viene de Italia.
El marido se levantó con naturalidad y, haciéndose el ignorante, leyó el contenido. Sin embargo, apenas terminó de leer, cayó desmayado.
En la carta estaba escrito:
«Espagueti, espagueti, espagueti, espagueti, espagueti.
Tres con albondigas, dos sin.
Enviar salsa extra».
Fuente: littlethings.com
