Cuando te preguntes cuánto queda para que la mujer deje de ser cosificada, cuando quieras saber si algún día los hombres dejarán atrás ese rol casposo que recurre a la sexualidad como medio de presión y reflejo de su poder o cuando creas que el feminismo avanza raudo y veloz hacia la conquista de la igualdad, mira este vídeo.
Porque las imágenes de un niño de 12 que celebra su cumpleaños sumergiendo la cara entre los pechos de una stripper deberían ser suficiente para ponerte los pies en la tierra. Y si no lo son, siempre puedes darle al pause y congelar el fotograma en el que su padre sonríe orgulloso ante la escena que ha creado: «su hijo es un hombre, un hombre de verdad».
Esto, que puede parecer la descripción de una de «esas cosas que pasaban antes» o de otra de las tantas excentricidades de un millonario que se aburre, es una realidad palpable que escandaliza a un -por suerte- amplio segmento de la población, pero que a un espectro no menos amplio de la misma le parece hasta gracioso.
Ocurrió en Los Ángeles, y el vídeo se ha viralizado gracias al programa de noticias iTestigos que exponía -entre risitas- las lamentables imágenes. «La gente de dinero piensa diferente», afirma el presentador, y no vamos a negarlo, el dinero te da una perspectiva sobre la vida que puede distar mucho de la de alguien con ingresos más «moderados». Pero el dinero no te hace machista, el dinero no te hace un mal padre y el dinero no tiene por qué convertir a tu hijo en otro heredero del patriarcado. Muchos padres podrían tener la idea de regalar mujeres en bikini a sus hijos y no lo hacen, no porque sea caro, sino porque es despreciable y cualquiera con un mínimo de sensibilidad lo sabe.
Cuando pienses que es un asunto económico, desengáñate, ese padre no contrata strippers para su niño porque pueda pagarlo, lo hace porque siente que puede controlar y usar a las mujeres y cree que su hijo debe aprender a hacer lo mismo si quiere ser un auténtico hombre.
