La cámara de seguridad de una vivienda de Hewitt, en Estados Unidos, captó el momento en el que un oso curioseaba en el jardín del domicilio. En esta primera imagen podemos ver al oso olisqueando lo que se va encontrando. No tiene ningún problema en apoyarse en ese banco de jardín para acercarse mejor a lo que le llama la atención.
Pero este curioso animal, no contento con haber entrado en casa ajena y haber puesto sus patas sobre el banco, se atreve a levantarse sobre sus dos patas traseras para alcanzar el farolillo que cuelga a su izquierda. Cuando el oso se pone de pie tan erguido desde luego que impresiona.
Con un par de tirones consigue tirar el farolillo al suelo, donde procede a explorarlo a ver qué puede conseguir de él. Lo que no sabe es que le espera una no muy agradable sorpresa.
Aquí ya parece que algo ha llamado su atención. Levanta la cabeza y abre bien las orejas para poder captar de dónde viene ese sonido que le ha distraído.
Un segundo después, un furioso perro se abalanza sobre el oso. Éste apenas es consciente de lo que se le viene encima y no reacciona hasta que el perro guardián le golpea tan fuerte que logra desplazarlo.
Cuando por fin el oso es consciente del peligro que corre si permanece más tiempo en ese jardín, huye. Pero el perro no le va a dejar irse así como así y corre tras él.
Un par de empujones después, el oso sale de la propiedad sin enfrentarse al perro en ningún momento.
Seguro que cuando los propietarios del domicilio vieron las imágenes, premiaron a su valiente perro guardián, que no dudó ni un instante en enfrentarse a un intruso que el dobla en tamaño. Esperemos que, tras estas imágenes, cualquier persona (o animal) que esté pensando en entrar en la propiedad sin ser invitado, reconsidere su idea.
Aquí podéis ver el vídeo completo: