Lo que esconde el mar pocos lo saben. Leyendas hay a montones, monstruos marinos, calamares gigantes, barcos, perlas o sirenas. Todo un mundo por descubrir. Pero resulta que algunas existen de verdad.
Y la historia de este pescador filipino demuestra las maravillas que hay bajo el mar. Encontró una enorme perla de 34 kilos de peso frente a la costa de la isla de Palawan. Sin ser consciente todavía de su valor la llevó a casa, donde la guardó. «La mantuve en casa como una mascota sin saber el alcance de su valor.»
La perla, que tiene 66 centímetros de longitud, 30 de ancho y llega a los 34 kilos, es casi 6 veces más grande que la de Allah. El antiguo récord era de 6,4 kilogramos y costaría adquirirla 35 millones de dólares.
Cynthia Amurao, oficial de turismo, explicó cómo ocurrió el hallazgo.»El pescador tiró el ancla hacia abajo y se quedó atascado en una roca durante una tormenta. Se dio cuenta de ello y nadó hacia abajo para levantar el ancla. Buceó y cogió lo que resultó ser una perla, entonces la guardó en su casa durante una década».
La explicación a mantener guardado algo así durante 10 años es porque no era consciente de lo que valía y lo mantuvo escondido en su casa como un simple amuleto de buena suerte.
Cuando este pescador apareció con su hallazgo, todos enmudecieron. Incluso hizo falta la ayuda de gemólogos para certificar correctamente el alcance de su valor. Todavía están a la espera para que el Instituto Gemólogo y otras autoridades internacionales certifiquen esta perla gigante.
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Otro de los beneficios de esta historia es para Puerto Princesa, esta playa tiene muchas probabilidades de ganar otro título de prestigio y el récord de tener la mayor perla gigante natural del mundo a partir de una almeja gigante.
No solo su tamaño es alucinante, sino que su brillo y su belleza tiene enamorados a todos. La naturaleza cada vez nos sorprende más con historias como esta.
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Fuentes: Fishki.Net y Daily Mail
