En la década de 1950, el gobierno de Estados Unidos realizó experimentos con diversas sustancias psicoactivas, muchos de ellos, sin el conocimiento, ni permiso de los sujetos de estudio. En un caso en particular, el psiquiatra Oscar Janiger, de la Universidad de California, administró una dosis de LSD a un artista local con el objetivo de realizar una serie de retratos bajo los efectos de la sustancia. Aquí puedes ver los 9 fascinantes dibujos que realizó durante este curioso viaje alucinógeno. No te lo pierdas.
1.- 20 minutos después de la primera dosis – (50ug)
Se proporciona una caja de lápices pero el artista prefiere dibujar con carbón. Se siente normal…
2.- 85 minutos después de la primera dosis y 20 minutos después de la segunda – (50ug +50ug)
El paciente parece eufórico, pero parece que quiere continuar.
«Puedo verte con claridad, con tanta claridad… Esto… tú… es todos…. Tengo problemas para controlar el lápiz».
3.- 2 horas y 30 minutos después de la primera dosis
El paciente parece muy centrado en el dibujo. Los contornos parecen normales, pero muy vivos: todo cambia de color.
«Mi mano debe seguir el atrevido barrido de las líneas. Siento como si mi conciencia estuviera situada en la parte de mi cuerpo que ahora está activa – mi mano, mi codo… mi lengua».
4.- 2 horas y 32 minutos después de la primera dosis
El paciente parece atrapado por el papel.
«Estoy intentando otro dibujo. Los contornos del modelo son normales, pero los de mi dibujo no lo son. El contorno de mi mano también se vuelve raro. No es un dibujo muy bueno ¿verdad? Me doy por vencido…, voy a intentarlo de nuevo …»
5.- Dos horas y 35 minutos después de la primera dosis
El paciente sigue rápidamente con otro dibujo.
«Haré un dibujo… sin parar… una línea, ¡sin descanso!»
Al completar el dibujo el paciente comienza a reírse, y luego se sobresalta por algo en el suelo.
6.- Dos horas y 45 minutos después de la primera dosis
El paciente intenta centrarse pero está agitado y responde lentamente a la sugerencia de dibujar un poco más. Se ha vuelto en gran parte no verbal.
«Estoy … todo está … cambiado … están llamando … tu cara … entretejida … quién es …»
El paciente murmura inaudiblemente a una melodía (suena como «Gracias por la memoria’). Cambia de medio a la tempera.
7.- Cuatro horas y 25 minutos después de la primera dosis
El paciente se retiró a la litera, pasando unas 2 horas agitando sus manos en el aire. De repente regresó a la actividad, cambiando a pluma y acuarela.
‘Este será el mejor dibujo, como el primero, sólo que mejor. Si no tengo cuidado, perderé el control de mis movimientos, pero no lo haré, porque lo sé. Yo sé ‘– (repite muchas veces)
8.- Cinco horas y 45 minutos después de la primera dosis
El paciente continúa moviéndose por la habitación, intersectando el espacio en variaciones complejas. Ha pasado una hora y media desde que decidiese pintar otra vez bajo los efectos de la droga.
«Puedo sentir mis rodillas de nuevo, creo que está empezando a desaparecer. Este es un dibujo bastante bueno – este lápiz es poderosamente difícil de sostener» – (dice mientras sostiene un crayón).
9.- Ocho horas después de la primera dosis
El paciente se sienta en litera. Reporta que la intoxicación ha desaparecido, excepto por la distorsión ocasional de nuestras caras. Pedimos un dibujo final que realiza con poco entusiasmo.
«No tengo nada que decir sobre este último dibujo, es malo y desinteresado, quiero volver a casa ahora».
