Si ya de por sí los zoológicos deberían estar prohibidos, así como los circos que incluyen animales en sus números, imaginad lo que nos ha corrido por el cuerpo cuando nos hemos enterado de que varias organizaciones animalistas tienen denunciado al Zoológico de Luján, en Argentina, pues presuntamente mantienen drogados a los felinos y animales más fieros para que los visitantes puedan sacarse una foto con ellos, acariciándolos o montados sobre su lomo.
Y es que desde 1994 el zoo es privado y no funciona con subsidios gubernamentales como ocurre en otros países.
Según cuenta la periodista francesa Jeanne Pouget en Konbini, en este parque los animales tienen aspecto de «muertos en vida». Del mismo modo, la revista Paris Match califica de «infierno» este zoo, por drogar y mantener en cadenas a sus animales.
La organización Animalista Independiente de Argentina ha iniciado una petición a través de Change.org, para que se investigue lo que está ocurriendo en este zoo y se preserven los derechos de los animales que viven allí:
«Es un secreto a voces que los animales están dopados. Exigimos que se investigue lo que ocurre en ese zoológico, que hagan cumplir la ley, que se clausure el acceso de las personas a las jaulas y que se re ubiquen a los animales en santuarios«, solicitan a través de la plataforma, cuya petición alcanza las casi 113 mil firmas de las 150 que precisan.
Al parecer, si esto fuera cierto, los gestores del parque y los cuidadores estarían violando dos leyes:
– La 12.238 que estable que la alimentación o le contacto con animales salvajes está prohibido en el país.
– La 14.346, también conocida como ley penal Argentina de Protección Animal, que establece penas a quien maltrate o comenta actos de crueldad por drogar a las bestias sin fines terapéuticos.
Por su parte, el personal del zoológico dijo a Infobae que no dopan o sedan a los tigres y leones.
«Estos animales nunca nacieron en un ámbito salvaje. Vivieron toda su vida en cautiverio, por lo que no tienen una condición salvaje. Nosotros trabajamos íntimamente con ellos, mejorándoles el ambiente y el trato de los cuidadores. Eso nos permite tener un vínculo muy estrecho con ellos. Se trabaja con diferentes actividades con el fin de poder reducir al máximo el instinto salvaje de unos animales que vivieron toda su vida en cautiverio».
Lo que está claro es que esto no puede seguir permitiéndose, independientemente de si dopan o no a los animales. Así que si quieres colaborar con la causa súmate a las firmas en Change.org.
