Dana Vulin era una chica normal y feliz de 28 años que vivía en Perth, Australia. Como cualquier otra chica de su edad, tenía sueños, ilusiones, y grandes planes de futuro, pero un buen día todo cambio de repente.
Una mujer trastornada y demente la atacó en su domicilio y la quemó viva.
Con más del 60% de su cuerpo quemado, Dana fue trasladada al hospital donde inició una dolorosa recuperación.
Un largo proceso de cirugías reconstructutivas, autoaceptación y búsqueda de sí misma hasta conseguir desterrar el miedo y la depresión, convirtiéndose en una persona fuerte que ha sabido sobreponerse de un durísimo golpe.
Conoce la transformación de Dana, una increíble historia sobre el respeto a uno mismo y la búsqueda de la belleza interior.
Aquí puedes ver a Dana durante una fiesta de año nuevo. Es la chica bonita y rubia que está a la izquierda.
Durante está fiesta Dana habló con un hombre que se había divorciado recientemente. Cuando su ex-esposa se enteró de este hecho, comenzó a acosar y amenazar telefónicamente, incluso llegó a decirle: «Voy a arruinar tu cara bonita».
Un día y bajo la influencia de las drogas, Natalie Dimitrovska, irrumpió en el apartamento de Dana, rociándola con alcohol de quemar y prendiéndola en llamas. Mientras se quemaba viva, Dana podía escuchar su carcajadas mientras la atacante huía.
Cuando fue trasladada al hospital, Dana tenía quemaduras de tercer grado en el 64% de su cuerpo. Incluso su madre dijo que su hija quedó completamente irreconocible. Aquí puedes ver un collage de la evolución de Dana, y de todo lo que tuvo que pasar.
Dana admitió que, antes de los ataques, su vida giraba en torno a su imagen. Su belleza era su fuente de orgullo y seguridad.
Durante 30 meses y como parte del tratamiento, se vio obligada a utilizar esta máscara de tela, lo que la hizo sentirse como si no fuera nadie.
Tenia que utilizar está mascara siempre, incluso tuvo que ir con ella a declarar a los juzgados. Afortunadamente hubo justicia y su atacante fue condenada a 17 años de cárcel.
A pesar de las buenas noticias, Dana tuvo que hacer frente a otra batalla. Un médico le informó que durante una de las pruebas habían descubierto que tenía cáncer de útero.
Por supuesto Dana no se dio por vencida, se sometió a una nueva cirugía que eliminó su tumor y siguió adelante.
Aun así ella sentía que la máscara le perseguía. «Me hacía sentir como una personas sin rostro, sin identidad. Esa es la mejor manera de describirlo».
Sin embargo, después de mucho trabajo físico y mental, Dana consiguió sacar fuerzas y volver a encontrarse a si misma.
«Me enseñaron a apreciar cada momento de mi vida, porque su todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos».
Dana acordó aparecer en un programa de televisión para contar su historia y celebrar que después de 30 meses, por fin podría quitarse su máscara.
«Hubiera sido más fácil morir, pero nunca he tomado el camino fácil para nada…»
Consciente de que su historia podría inspirar a otras personas a afrontar la adversidad cargados de esperanza y positivismo, Dana reveló nuevo look.
«Si alguien me preguntara cómo me siento sobre de mi nuevo cuerpo, diría que estoy muy orgullosa».
Cuando se quitó la máscara y mostró su cara al mundo, ella pidió al público que viera más allá de su aspecto.
«Espero que vean la fuerza, el poder, la confianza, el amor propio, el coraje y determinación que me han traído hasta aquí».
«Yo soy una persona fuerte, y si algo he aprendido en mi quemadura es que nunca voy a cambiar. ME he conocido a mi misma y tengo confianza en la mujer que soy».
Dana es la prueba de que no sólo hay que curar el exterior, sino que se debe sanar internamente, para poder volver a abrazar la vida.
Aun así la lucha continua. Dana tiene por delante unas cuantas intervenciones más e injertos de piel que la ayudaran recuperar aun más si cabe su antigua apariencia.
«He trabajado muy duro todos los días y los resultados están empezando a mostrar realmente».
«Aunque el progreso es lento, estoy empezando a parecerme a mi misma de nuevo».
Fuente: littlethings.com
