¡Qué difícil es encontrar un buen fotógrafo de bodas! Y más a un buen precio.
Si bien es cierto que la calidad y buen juicio de un profesional se nota, los álbumes de boda se parecen demasiado entre sí.
Planos, lugares y momentos, recogidos una y otra vez por el mismo fotógrafo local, terminan por ofrecer un resultado poco interesante.
En este tipo de trabajos, la originalidad supone un importante sobrecoste, y no todo el mundo puede permitírselo. Es en ese momento cuando la imaginación y las ideas descabelladas toman forma.
Como el caso de esta novia, quien decidió ser el fotógrafo de su propia boda para conseguir plasmar una visión mas personal del evento. El resultado es tan curioso y emotivo que tienes que verlo.
Liisa Luts y su esposo, decidieron hacer algo novedoso para su boda, celebrada el pasado 28 de Agosto de 2015. Los novios decidieron que sería Liisa la que realizara las fotografías del enlace.
En primera persona, con selfies, o ayudada por un espejo, la novia realizó una completa crónica del enlace nupcial.
Los momentos previos, la sesión de peluquería, el viaje hasta los juzgados, la firma, el banquete y la fiesta, todo ha quedado registrado por el objetivo de esta novia. El resultado es un álbum muy emotivo y personal.
Liisa y su marido regentan una pequeña empresa de edición de video y fotografía, animación y diseño gráfico en Tallin.
«Con todo el respeto para los fotógrafos de boda, nosotros deseábamos tener algo diferente. Buscábamos algo más personal, algo que reflejase de verdad lo que hay entre nosotros. ¿Qué podía ser más realista que tomar nuestras fotos personalmente?».
Se aprecia que la novia, no es una aficionada y sabía de antemano, que a nivel técnico, las fotografías serían buenas.
A pesar de los compromisos, prisas y demás conveniencias sociales, la novia supo captar la esencia de este momento tan especial.
¿Y tú? ¿Te atreverias a ser el fotógrafo de tu propia boda?
Fuente: Boredpanda.com
