Los que estamos acostumbrados a la vida en la ciudad miramos con cierta envidia la paz y tranquilidad que ofrece vivir en la naturaleza. El espacio y las grandes dimensiones de las casas de campo o los bonitos y acogedores emplazamientos que las micro casitas pueden ofrecerte, son razones lo suficientemente tentadoras para vivir de manera distinta.
Y es que hemos visto casas muy impresionantes, pero ninguna que pudiera flotar, al menos hasta ahora.
Wayne Adams y Catherine King son un matrimonio de artistas canadienses que decidieron crear su hogar sobre una isla artificial hace más de 20 años.
La isla ha sido construida íntegramente por el matrimonio y está situada a sólo media hora de paseo en barco desde la ciudad de Tofino, Columbia Británica.
La primera instalación se colocó en 1992, desde entonces la isla no ha dejado de crecer.
Ahora es una pintoresca fortaleza con embarcadero, un pequeño faro y la residencia principal.
El complejo se ha construido utilizando materiales reciclados para que causen el menor impacto medioambiental posible.
La isla fue bautizada con el nombre de «Freedom Cove» o «Cala de la Libertad».
La estructura está formada por 12 grandes plataformas conectadas entre sí a través de pasarelas metálicas.
La pareja y sus dos hijos son una familia completamente independientes ya que en su fortaleza flotante tiene todo lo que necesitan para vivir.
Los invernaderos y cultivos al aire libre les proporcionan los alimentos.
Recogen el agua de lluvia para ser reutilizada y llenan depósitos con ésta.
Los paneles solares les permiten tener luz eléctrica sin depender del alumbrado municipal.
Los deportistas y remeros de kayak están invitados a visitar su propiedad.
Wayne y Catherine esperan seguir dando forma a su singular proyecto muchos años más.
Fuente: Distractify
