A pesar de que en esta ocasión será algo atípico, es cierto que, con el verano, llegan los pantalones cortos, las terrazas y, cómo no, el bronceado.
Tomar el sol para ganar unos cuantos tonos de piel debe ser, en cualquier caso, una práctica completamente responsable, si no queréis acabar como estos sujetos.
Como ya hemos visto en contables ocasiones, el poder de las plantas es sorprendente en determinados casos. Según la planta, los beneficios pueden ser múltiples para nuestra salud, así como para uso cosmético. Sin embargo, hasta el momento nunca habíamos hablado del urucum y sus beneficios. Se trata de una planta que está ganando muchos adeptos y enseguida entenderéis por qué:
¿Qué es el urucum?
El achiote o urucum es una especie típica de las regiones intertropicales de América.
El urucum o achiote podría considerarse una planta medicinal milenaria, ya que los indígenas fueron los primeros en incorporarla como parte de su dieta habitual y en utilizarla como remedio natural para distintas afecciones.
Se trata de un árbol, cuyas hojas son de gran tamaño y sus frutos contienen muchas semillas, de 10 a 50, en su interior. Estas contienen bixina y norbixina, dos principios activos que permiten obtener un bronceado de una forma más fácil, pues facilitan la fabricación de melanina.
¿Qué beneficios tiene para la salud?
Además, se le atribuyen diferentes propiedades terapéuticas a esta planta, tales como antiagregante plaquetario, astringente, antiséptico, desinflamatorio, antibiótico, antiparasitario, expectorante, cicatrizante, febrífugo, estomáquico, diurético, antigonorreico, purgante o desinflamatorio, entre otros. Por tanto, estamos ante uno de los productos estrella en cuanto a salud y cosmética se refiere.
Asimismo, el urucum posee efectos antioxidanes y sus semillas contienen una gran cantidad de oligoelementos. Concretamente: zinc, magnesio, selenio, calcio, hierro, fósforo y cobre, así como una alta concentración de betacarotenos (300 veces más que la zanahoria), antioxidantes y luteina
El aceite de achiote o urucum obtenido, es rico en tocotrienoles, betacarotenos, aceite esencial, aceite fijo, ácidos grasos, saturados e insaturados, flavonoides y vitamina C.
Se emplea de varias formas en cosmética, ya sea en cremas, lociones, protectores solares o bálsamos labiales. Entre sus múltiples ventajas, también ayuda a proteger contra los rayos ultravioletas.
¿Cómo hacer aceite de urucum casero?
Para aprovechar mejor sus beneficios de cara al bronceado, podemos elaborar un macerado de urucum y centella asiática, muy fácil y rápido. Esto es lo que vais a necesitar:
Ingredientes
- 100 ml. de aceite de aceite vegetal de cacahuete
- 2 gr. de urucum en polvo
- 8 gr. de centella asiática en polvo
- 4 gotas de vitamina E (opcional)
- 10 gotas de aceite esencial (opcional)
Elaboración
- En un frasco hermético se meten todos los ingredientes.
- Dejamos macerar de 2 a 3 semanas, sin olvidarnos de remover de vez en cuando.
- Transcurrido el tiempo, utilizaremos un filtro de café para filtrar el contenido del frasco.
- Posteriormente, devolvemos al envase y añadimos 4 gotas de vitamina E, o se puede guardar para añadir a otras preparaciones. También se pueden añadir 10 gotas de aceite esencial de geranio, palo de hô, lavanda, ylang ylang o cualquier otro que creáis conveniente. Todo esto último es opcional, ya que se puede utilizar tal y como está, tanto en la cara como en el cuerpo.
¿Dónde comprar el urucum?
Podemos preguntar en nuestro herbolario de confianza, o adquirir mezclas comerciales ya preparadas. En esta tienda online, por ejemplo, enriquecen la fórmula con otros componentes, convirtiéndolo en un producto apto para aplicar directamente sobre el rostro y el cuerpo. También lo tenéis disponible en Amazon y, si deseáis prepararlo vosotros mismos, también está disponible en polvo.
¿Cómo tomar el sol de manera responsable?
En cuanto al efecto bronceado, la gente está muy satisfecha con los resultados del urucum. Sin embargo, no podemos despedirnos sin compartir con vosotros una serie de consejos para tomar el sol de manera saludable, evitando males innecesarios:
- No tomar el sol entre las 12 de la mañana y las 4 de la tarde.
- No llevar ropa que deje zonas amplias de la piel al descubierto.
- No utilizar perfumes y lociones con alcohol, ya que favorecen la irritación de la piel.
- Aplicar el protector solar media hora antes de exponerse al sol, renovarlo cada dos horas o después de cada baño y cubrir la superficie corporal expuesta.
- Utilizar protectores labiales para evitar quemaduras, deshidratación y sequedad.
- Hidratar la piel después de tomar el sol y beber líquidos para reponer las pérdidas de agua y sales minerales.
- Utilizar gafas de sol homologadas, incluso en niños, con las garantías suficientes de calidad y seguridad.
Son recomendaciones obvias, pero a veces es necesario recordarlas. Además, si el aceite de urucum que os apliquéis para tomar el sol no cuenta con FPS (factor de protección solar) es conveniente aplicar 10 min. después alguna crema protectora. ¡Proteged vuestra piel!
