Uzbekistán es uno de los países más poblados de Asia central, con más de 33 millones de personas. Es también uno de los países con menor tasa de mortalidad del coronavirus COVID-19: solo se han registrado 22 defunciones desde el inicio de la pandemia.
Por ello, el gobierno uzbeko ha lanzado una campaña para incentivar el turismo extranjero en el país, que compensará con 3.000 dólares a los viajeros si se infectan durante su estancia. Esta suma es el equivalente a los costes médicos estimados de tratar la enfermedad en el país.
«Queremos asegurar a los turistas que pueden venir a Uzbekistán. El gobierno está tan seguro de que las nuevas medidas de seguridad e higiene que se están instalando por todo el país protegerán a los turistas del COVID-19 que el presidente está dispuesto a poner dinero: si te infectas de COVID-19 de vacaciones en Uzbekistán, te compensaremos», declara Sophie Ibbotson, embajadora de turismo de Uzbekistan en el Reino Unido. La medida se anunció en un documento firmado por el presidente, Shavkat Mirziyoyev.
Uzbekistán, un destino turístico en alza que busca crecer en el mundo post-COVID
Actualmente, están abiertas sus fronteras con países de riesgo bajo, como China, Israel, Japón y Corea del Sur. Los visitantes de Europa y el Reino Unidos deberán pasar 14 días en cuarentena.
Eso sí, la medida solo cubrirá a los turistas que visiten el país con un guía local que cumple las garantías impuestas por el gobierno. Los establecimientos y servicios para turistas, como hoteles o vehículos turísticos, que no cumplan con los requerimientos de seguridad y higiene, o se descubran como fuentes de contagios, serán obligados a pagar las facturas médicas del turista.
El turismo es uno de los sectores que más está creciendo en el país asiático, especialmente gracias a la mayor flexibilización para obtener visados. Según la Organización Mundial del Turismo, Uzbekistán fue el cuarto país con mayor incremento de visitantes durante 2019. Son muy espectaculares sus restos de arquitectura islámica vinculada con la Ruta de la Seda.
Otros países, como Camboya, toman políticas completamente opuestas…
Otros países también están ofreciendo incentivos para fomentar la llegada de visitantes extranjeros y reactivar la economía. En la caribeña ciudad mexicana de Cancún se ofrecen a pagar la mitad de las estancias de hotel, alquileres de coches y descuentos en una selección de atracciones turísticas. Algo similar ocurre en la isla italiana de Sicilia.
Por contra, Camboya que tiene una de las tasas de infectados más bajas del mundo y no ha registrado ningún fallecimiento, ha optado por una política completamente diferente, al requerir a todos los visitantes que hagan un depósito de 3.000 dólares al llegar al país y que demuestren tener un seguro médico de al menos 50.000 dólares para poder entrar en el país.
Incluye un test de COVID-19: si el resultado es negativo, se reembolsaría el resto del depósito, salvo los costes de la prueba y la estancia de un día en un hotel esperando el resultado (165 dólares). Los 3.000 dólares incluyen los costes de los tests consecuentes y el estimado de pasar dos semanas en cuarentena (unos 1.280 dólares) en el caso de que alguien de su vuelto diera positivo. De dar positivo, los costes podrían subir hasta los 50.000 dólares, e incluyen incluso los costes de fallecimiento (unos 1.500 dólares).
